Mientras avanza en la Legislatura bonaerense el proyecto para expropiar el inmueble en el que hace casi 20 años Ricardo Barreda asesinó a sus dos hijas, su esposa y su suegra, dirigentes de la Ong María Pueblo se concentraron frente al inmueble junto a una comitiva de periodistas extranjeros que se interesaron por el curioso proyecto para transformar "la casa del horror" en un "centro de la memoria, prevención y asistencia a las víctimas de violencia".

Junto a periodistas de una cadena de Gran Bretaña y al diputado provincial Gabriel Bruera, Darío Witt, presidente de la Ong, sostuvo que espera que a dos décadas del múltiple asesinato, puedan "apropiarse" de ese inmueble para transformarlo en un lugar de trabajo contra la violencia.

Por su parte el diputado provincial Gabriel Bruera señaló que el proyecto de expropiación ya tiene despacho positivo de la comisión de Tierras de la Cámara de Diputados y aseguró que es "inminente" su tratamiento.

"Creemos que va a ser votado por unanimidad en ambas cámaras y el trámite en el Juzgado Nº 17 prevemos que no va a ser tan engorroso", señaló el legislador.

Se informó que la Provincia se hará cargo de la expropiación y la Municipalidad, la responsable del sostenimiento económico del centro de asistencia a las víctimas de violencia, sin embargo el diputado Bruera consignó que es difícil establecer cuánto deberá pagar la Provincia y a quién.

"Hay que establecer cuánto dinero se le debe al fisco y quién recibirá el dinero por la expropiación, pero lo importante es que el lugar sirva para que la gente sepa que los problemas pueden resolverse de manera civilizada", agregó.

Witt sostuvo que la idea es que funcione un centro de asistencia a las víctimas, ofrecer cursos de capacitación sobre violencia familiar y de género y encarar programas para revertir la cultura machista para lograr el cambio. En ese contexto, esperan que la casona de la calle 48 que perteneció a Ricardo Barreda se convierta en la sede de referencia nacional de la lucha contra la violencia de género por su fuerte contenido simbólico.