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18-03-2012 | Camino a las elecciones de tiempo medio | |||
Alberto Fernández arma con ex kirchneristas desencantados para 2013 | |||
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El ex jefe de Gabinete de Néstor y Cristina Kirchner, devenido un referente del kirchnerismo crÃtico, trabaja en la gestación de una corriente polÃtica que le dispute el poder al actual Gobierno. Por ahora, el proyecto es embrionario, aunque Fernández ya trazó su propio objetivo personal en esta cruzada; competir como candidato a senador por la Ciudad Autónoma de Buenos Airesl el año próximo. El ex funcionario kirchnerista recobró notoriedad esta semana cuando abruptamente fue sacado del aire el programa televisivo en el que participaba, conducido por el periodista Marcelo Longobardi en el canal C5N. "Fue un caso de imbecilidad polÃtica. Si el que tomó la decisión - de cortar la trasmisión - pensó que era el camino para que me calle, multiplicó mis ganas de decir lo que vale", lanzó. Su frustrada aparición televisiva fue una suerte de plataforma de lanzamiento polÃtico. Desde hace un tiempo, Fernández viene manteniendo discretas reuniones con dirigentes polÃticos para sumar masa crÃtica al "proyecto nacional y popular" de la Presidenta. Su objetivo es sentar bandera en las elecciones de 2013. En su mayorÃa, sus interlocutores son como él, kirchneristas desencantados del Gobierno; algunos de ellos ostentan el bajo perfil, como el intendente de Tigre, Sergio Massa, con quien Fernández sabe mantener charlas fluidas. Sin embargo, Massa - que aspira a la gobernación bonaerense en 2015 - no sacará los pies del plato oficialista por ahora por temor a una reprimenda del Gobierno, según confÃan en su entorno. En la misma situación se hallan otros intendentes bonaerenses con los que Fernández también se comunica. Otros dirigentes, en cambio, no tienen ese prurito porque ya fueron desterrados del paraÃso kirchnerista. Uno de ellos es el diputado Felipe Solá, que también evalúa insertarse en este incipiente proyecto polÃtico del ex jefe de Gabinete. Tras militar fervorosamente en la oposición, Solá ensayó, después del triunfo electoral de la Presidenta, un cambio radical de actitud y moderó su discurso; incluso votó varios proyectos de ley con el oficialismo. Sin embargo, en su entorno afirman que su diálogo con el Gobierno está cerrado y que si bien tuvo un acercamiento con Scioli a fines del año pasado, éste tampoco prosperó. Relegado a la intemperie, Solá busca un resguardo que evite su ocaso polÃtico. Su objetivo, que sabe difÃcil, es renovar su mandato como diputado nacional por Buenos Aires el año próximo. Corriente crÃtica En la última sesión de la Cámara de Diputados, Solá mantuvo una larga charla con su amiga Graciela Camaño para motivarla a sumarse a esta gesta no kirchnerista. Militante del peronismo disidente, Camaño coincide, al igual que Fernández y otros dirigentes bonaerenses, en que el desgaste de la Presidenta y el colapso de la oposición tradicional abren buenas oportunidades para generar una corriente peronista crÃtica. "Con inteligencia podemos recomponer el peronismo porque surgen nuevos actores. Pero creo que Alberto ya no tiene chances", le dijo a Solá. Fernández, no obstante, sigue apuntando al peronismo disidente no emparentado con el duhaldismo recalcitrante como reservorio de dirigentes plausibles a integrarse a su cruzada. Por lo pronto, cuenta el diario La Nación en su edición dominical; ya sumó al ex número dos de Alicia Kirchner en el ministerio de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, y a la ex radical K Silvia Vázquez, quien dio un portazo el año pasado, indignada porque no habÃa sido incluida en un lugar expectable en la lista de candidatos a diputados nacionales por Buenos Aires del kirchnerismo. |