El canciller Felipe Solá destacó este jueves la importancia regional del Mercosur y sostuvo que en el bloque "todos sabemos que el otro piensa diferente en muchas cuestiones donde antes se pensaba igual, pero nadie quiere romper", ya que se trata de "un espacio natural de ampliación, de conexión, de contactos".

Cuando se supere la pandemia de coronavirus, el "mundo se va regionalizar mucho más, y por eso ningún país quiere quedarse solo", dijo Solá a Radio con Vos al término de la 56º Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común (CMC) del Mercosur, la primera en la vida del organismo que se realizó en forma virtual.

El canciller elogió el discurso que pronunció el presidente Alberto Fernández ante sus pares al señalar que fue "muy bueno" y comentó que "decidió no leer y decir lo que pensaba y se puso por arriba de cualquier discusión y pelea. Y dijo que somos pasajeros".

"El Mercosur va a seguir, la gente va a seguir viajando, va a seguir viniendo y los comerciantes seguirán tratando de comerciar. Si no nos damos cuenta de ello, si pensamos que somos fundadores siempre de algo, nos equivocamos", aseveró.

Al referirse a los debates internos de los miembros del bloque, dijo que "en un momento se habló de acelerar o no la conclusión de tratados con países extra Mercosur, como Israel, Líbano, Corea del Sur y algunos otros", pero que la Argentina manifestó su desacuerdo con esa posición, sobre todo por estar transcurriendo la pandemia.

"Nosotros dijimos 'acelerar no', encima en plena pandemia. Al día siguiente los diarios dijeron que se había producido una ruptura del Mercosur, pero no hubo ninguna ruptura y las mesas de negociaciones siguieron funcionando", expresó.

Agregó que "en ese momento había una dureza muy grande acerca de si acelerábamos o no los tratados", aunque, reveló, "luego se moderó la actitud brasileña respecto de lo comercial".

Acerca del debate sobre mantener o bajar el arancel externo común, que posibilitaría el ingreso de productos extra Mercosur, Solá puntualizó que la decisión "depende cada producto, porque estamos en un momento en el que hemos perdido empleo y no sabemos qué va a pasar, con un año de caídas impresionantes en el mundo entero".

"¿Bajamos y que vengan productos electrónicos de Corea y automóviles de Europa ya? ¿No afectaremos fuertemente el trabajo argentino?", se preguntó el canciller. Y precisó: "Nosotros creemos que sí. Entonces, tenemos diferencias con otros países".

Consultado acerca de la situación en Venezuela, consideró que "hay un problema serio, y por algo se han ido alrededor de cinco millones de venezolanos", y que "la solución democrática plena llega con elecciones a presidente. Es posible que también haya elecciones parlamentarias".

"No podemos manejar el clima interno de Venezuela, donde el pueblo está sufriendo y el gobierno está como acorralado, pero no estamos a favor de las sanciones externas y pensamos las soluciones políticas tienen que venir de adentro hacia afuera", dijo el canciller. (telam)