Durante el discurso de apertura del período de sesiones ordinarias ante la Asamblea Legislativa, la jefa del Estado enfatizó que los argentinos "queremos que se respete la resolución 2060", e hizo además un reconocimiento explícito "a la diplomacia del presidente Arturo Illia", que logró ese pronunciamiento en 1965, en el que se considera que las islas Malvinas están bajo dominio británico, en una situación colonial.

"No hay que ser mezquinos", dijo la mandataria al hacer este reconocimiento al gobierno radical de Illia, a la vez que remarcó que "en Malvinas no hay derecha ni izquierda".

La mandataria consideró que el reclamo de soberanía argentino "se ha convertido en una causa regional, americana y global", a la vez que destacó la política argentina de "recorrer foros internacionales, fortalecer los vínculos con nuestras naciones hermanas y con todo el mundo".

En referencia a la reciente militarización de archipiélago por parte del Reino Unido, explicó que "hoy las islas Malvinas tiene 2.955 personas en su población, mientras que hay mil efectivos. Un soldado cada tres personas, a nosotros nos parece una enormidad".

"Todas las provocaciones nos han llevado a repensar lo que dijimos en la Asamblea General de la ONU", en septiembre último, añadió al referirse a los vuelos desde Chile hacia las islas.

La Presidenta indicó entonces que la Argentina propondrá renegociar los dos vuelos actuales que parten de territorio chileno hacia las islas -a cargo de la empresa LAN y con escala en Río Gallegos-, ampliándolo a tres servicios aéreos, pero a condición de que salgan de Buenos Aires y que los realice la empresa estatal Aerolíneas Argentinas.

Cristina Fernández de Kirchner precisó que con la ampliación de los vuelos desde territorio continental argentino, se busca "demostrar que nuestro interés es que se cumplan las resoluciones de la ONU, y no perjudicar los intereses de nadie, ni de los isleños ni de los no isleños".

La mandataria también remarcó que el conflicto bélico de 1982 fue consecuencia de una decisión de la dictadura y no del pueblo argentino, y anticipó que se creará el Museo de las Malvinas, que funcionará en la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).

Anticipó que ese museo contará "todo lo que pasó, la historia completa, desde la historia de la lucha en la Vuelta de Obligado a la lucha diplomática, palmo a palmo".

También dijo que se incluirá en el museo el Operativo Cóndor que en 1968 encabezó Dardo Cabo, y lo realizado por "un ignoto de la historia, (Miguel) Fitzgerald", un aviador argentino de origen irlandés que realizó dos vuelos a Malvinas en 1960, así como "el crimen de guerra del Crucero General Belgrano", hundido fuera de la zona de exclusión por tropas británicas.

En el final de su referencia a Malvinas, remarcó que "por sobre todas las cosas somos un pueblo que hizo de la memoria, de la verdad, de los derechos humanos y de la paz verdaderas políticas de Estado".

Y cerró diciendo que "no nos van a ver participar en ninguna guerra ni la invasión. No somos un pueblo guerrero. Somos gente de paz y vamos a seguir siendo de paz, pero también gente que defiende derechos, nuestros derechos".