Defensa y Justicia goleó a Talleres por 4-1, con un fútbol de alto vuelo que fue reconocido por sus hinchas en Florencio Varela, por el partido correspondiente a la fecha 17 de la Superliga.

El primer gol, a los diez minutos del primer tiempo, simplificó las cosas para Defensa y Justicia. La combinación entre Rubén Botta y Neri Cardozo encontró a Marcelo Benítez para una definición sutil por encima del arquero Guido Herrera.

Desde entonces el equipo del interino Pablo De Muner (mañana asumirá Hernán Crespo, que estuvo en el estadio, en lugar del renunciante Mariano Soso) impuso condiciones en el juego mediante la buena distribución de la pelota. Los toques, la movilidad (a pesar de la alta temperatura) y el juego colectivo fueron su sello.

Talleres buscó revertir la situación, pero Defensa no le dio lugar. A los dos minutos del segundo tiempo Nicolás Tripichio aprovechó una maniobra individual oportuna de Botta, que prosiguió con la lucidez de Guido Mainero (ensayó un auto pase de taco), y extendió la ventaja.

Defensa nunca bajó la intensidad, apoyado en el equilibrio de Cerro en el mediocampo, y Mainero, luego de otra conexión entre Botta y Cardozo, puso el 3-0, de cabeza.

Talleres, que nunca le encontró la vuelta, descontó con Leonardo Godoy a través de un remate de cabeza.

Pero el local apeló a otra jugada colectiva efectiva para el tanto de Juan Martín Lucero, quien firmó el 4-1.

Defensa y Justicia obtuvo un triunfo lapidario, contundente y se retiró aplaudido por su gente, que valoró una gran tarde de fútbol en el Norberto Tomaghello que recordó al subcampeonato del año pasado.