Además, los dirigentes trataron temas vinculados a la seguridad, el convenio colectivo de trabajo y las paritarias de los futbolistas y las cargas impositivas.

Por la tarde, en el edificio de la calle Viamonte ya circulaba una planilla que deberán llenar las instituciones para ordenar sus cuentas ante la lupa de la AFA y, más arriba, el Gobierno. Se denomina "Planilla de consolidación de deudas al 31 de diciembre de 2001", y figuran los siguientes casilleros de gastos a llenar con el desglose mes por mes: sueldos, primas, reconocimiento por trayectoria, imagen, rubros creados o por crearse y otros. Abajo se aclara, para evitar puntos oscuros: "se deberá adjuntar la documentación respaldatoria de los montos fijados en planilla".

Las dos propuestas más firmes nacidas en el mediodía de Ezeiza, asado de por medio, se plantearán de manera oficial en la primera reunión del comité ejecutivo, que será el martes próximo, en la sede central de la AFA. Una es la creación de comisiones para empezar a trabajar en el emprolijamiento de las cuentas de las entidades: finanzas, deuda de los clubes, jugadores y contratos, además de una extraordinaria, dedicada a la seguridad en los estadios. La otra es más directa en materia de números: dentro de seis días los dirigentes darán el sí para aumentar nuevamente el precio de las entradas populares. Así, la general pasará de 40 a 50 pesos, un elevado 25% de incremento en tiempos de discusiones de paritarias donde cada punto se pelea enfáticamente. 

Al no tratarse de una reunión oficial, finalmente Grondona no estuvo presente pero monitoreó todo con hombres de su máxima confianza entre los dirigentes y con otros como Hugo Kotz, gerente general de la entidad que maneja el fútbol nacional. Rápidamente se frenó el ímpetu de los autoconvocados, como se denominó en la AFA al grupo de dirigentes que, encabezados por Carlos Abdo, el titular de San Lorenzo, una semana atrás se reunió en otra comida e intentó cambiar el sistema de los torneos con la intención de eliminar los descensos. Representantes de los clubes más cercanos al presidente de la AFA pusieron paños fríos a los cambios radicales. "Todo seguirá igual, al menos, por los próximos dos años", dijo Germán Lerche, el presidente de Colón. 

De la reunión participaron dirigentes de los veinte equipos de primera, más representantes de la B Nacional, primera B y el Consejo Federal. Se tocaron temas impositivos, económicos y contractuales. Allí habrá puntos de conflicto a futuro, ya que al enterarse, una fuente de Futbolistas Argentinos Agremiados le dijo a LA NACION: "Sabemos que los dirigentes están analizando el tema impuestos y tienen la intención de que sean pagados por los jugadores. Nos opondremos claramente a que eso suceda". Y se agregó: "Es claro: la AFA, y desde más arriba, quieren saber dónde destinan el dinero los clubes, cómo discriminan?". 

Nicolás Russo, el presidente de Lanús y con el cargo en la AFA de la oficina de torneos, comentó que las distintas propuestas para realizar un nuevo certamen "se irán analizando". El que más se explayó, tal su costumbre, fue Carlos Abdo: "Se encargó una futura comisión que ya estaba para tratar de armar un nuevo campeonato. Estamos todos muy conformes con la reunión porque se trataron todos los temas que tienen que ver con el futbol". 

La reunión de los cambios tomó un rumbo distinto. No hay cambios de formas. Pero sí se buscan cambios de fondos .