"El radicalismo tiene que decidir si se convierte en un partido conservador o no", definió el diputado Gerardo Milman. Con esa declaración, el legislador del GEN, fuerza que lidera Margarita Stolbizer, se refirió a un eventual acuerdo entre el Frente Amplio Progresista (FAP) y el radicalismo. En ese sentido, advirtió que, aunque las puertas de un entendimiento están abiertas, "el FAP nunca dejará de ser progresista" y pidió un "sinceramiento" al centenario partido.

Mañana se producirá el encuentro del diputado Ricardo Alfonsín con Hermes Binner en Costa Rica en el marco de la Internacional Socialista, en medio de la polémica que transita el radicalismo en torno a las acusaciones de "chaqueteros" que lanzó el legislador radical a sus correligionarios que estarían acercándose al macrismo.

En ese contexto, y consultado por Tiempo Argentino, Milman no cerró la posibilidad de un acuerdo, pero fijó límites ideológicos precisos. "El FAP, como lo indica su nombre, es un frente amplio que tiene las puertas abiertas para que ingresen nuevos actores sociales y políticos. Lo que nunca dejará de ser es progresista. El encuentro que tendrán Hermes Binner y el diputado Alfonsín en Costa Rica se producirá en el marco de la Internacional Socialista, que es una convención de partidos de todo el mundo de orientación socialista. El GEN, como partido integrante del FAP, ha pedido también su incorporación a la Internacional. Es un partido nuevo y corresponde que lo pidamos", explicó.

Para Milman, la cercanía del entendimiento FAP-UCR dependerá de la posición programática e ideológica que decida asumir el radicalismo. "Hay una discusión respecto de algunos radicales que tendrían un acercamiento con Macri, y hay otros que tienen una posición distinta", dijo el legislador radical.

"El radicalismo tiene que proponer y discutir si vuelve a tener una postura cercana a las posiciones socialdemócratas y progresistas. En ese caso el FAP está abierto a debatir y tener un diálogo honesto. Ahora, si el radicalismo insiste con acuerdos de tinte ultraconservador, como por ejemplo su alianza con Francisco de Narváez,  lo rechazamos", advirtió Milman.

Precisamente, el acuerdo Alfonsín-De Narváez tejido en la provincia de Buenos Aires fue la piedra que frustró el entendimiento nacional FAP-UCR en las últimas elecciones, y Milman lo colocó en el tapete. "Veníamos compartiendo la posibilidad de discutir un acuerdo con el radicalismo, y luego ellos terminaron con De Narváez, que para nosotros es legítimo pero evidencia otra orientación programática. Nosotros no formamos parte de ese acuerdo. El FAP mantiene un acuerdo de partidos que ha puesto por delante el programa ante cualquier otra opción. Y las filas de Francisco de Narváez nunca compartirían ese programa. Hoy creo que el radicalismo se tiene que sincerar, y decidir si se convierte en un partido conservador o no", urgió Milman.

Por Gustavo Montiel - Tiempo Argentino