La diputada Mirta Tundis (FR), quien permanecía indecisa respecto del proyecto para despenalizar y legalizar el aborto, declaró ayer que votará a favor. Enfatizó que su decisión se produjo después de escuchar "todas las voces, por sí o por no", pero también reveló el rol que tuvo su nieta de 12 años en su postura.

"Mi nieta no me hizo cambiar la postura. Una nena de 12 años me hizo pensar, es mi nieta, que me pidió el pañuelo verde y me empezó a explicar el por qué", expresó en declaraciones a radio Con Vos, al relatar el diálogo que mantuvo con su nieta sobre este tema.

La massista recordó que "venía abriéndome", con una tendencia a favor de la ley, y que "con el correr del tiempo y después de haber escuchado tantas voces, fundamentalmente situaciones reales y a través de profesionales" finalmente se definió.

Tundis lamentó que el debate "se tomó como un River-Boca" y que "hay mucha agresión por parte ambos sectores". Por eso llamó a tomar la discusión con "responsabilidad, conciencia, sentimiento y la ciencia".

Asimismo, la legisladora destacó que pudo "generar y plantear a mis pares lo que no me gustaba" del primer proyecto presentado, y subrayó entonces los cambios al artículo 3 del texto, y la incorporación de la objeción de conciencia y las consejerías. Aunque aclaró que la iniciativa es "perfectible".

"La gente más joven obviamente que es más abierta, es menos convencional y nos permiten pensar", retomó en relación a la conversación con su nieta. No obstante rechazó la toma de colegios: "no me gusta la extorsión, la prepotencia, me gusta el diálogo. Hay que utilizar el colegio para debatir".