Sin la presencia de la mayoría de los gobernadores peronistas y con grandes ausentes del massismo y el randazzismo, el PJ nacional realizó un congreso partidario organizado por la desplazada conducción. Sin embargo, los mandatarios agrupados en el peronismo "racional" decidieron no presentarse en el microestadio de Ferrocarril Oeste. Fuentes ligadas a ese lote de dirigentes aseguran que si bien el congreso es uno de los dos órganos de conducción del PJ -el otro es el Consejo intervenido por la Justicia- no hay "representatividad real" en esta cumbre.

Durante el encuentro, que se celebró en el barrio porteño de Caballito, se aprobó la conformación de una comisión de acción política que procurará "lograr la unidad del peronismo" de cara a las elecciones presidenciales del 2019. Así lo adelantó el diputado nacional y desplazado titular del partido, José Luis Gioja, quien indicó que esa comisión estará integrada por distintos sectores del PJ y tendrá como finalidad "lograr la unidad del peronismo para, todos juntos, terminar en el 2019 con el martirio al que nos somete el Gobierno".

En declaraciones a la prensa formuladas al ingresar al microestadio de Ferro, en el barrio porteño de Caballito, Gioja planteó que "nadie tiene el peronómetro ni es más que un sector" y sostuvo que, por ese motivo, todos deben unirse "superando las diferencias o, si no, compitiendo en una gran interna, pero todos juntos".

En tanto, se reveló que la intervención judicial ingresó en etapa de definición luego que el jueves venciera el plazo para que cada una de las partes presente ante la Justicia electoral sus respectivos planteos. Ahora, la Cámara Nacional Electoral (CNE) deberá evaluar el expediente y tomar una decisión sobre el futuro del partido. Los principales planteos que figuran en la causa giran en torno a los cuestionamientos del sector que lidera Luis Barrionuevo, interventor designado por la jueza María Servini en reemplazo del sanjuanino Gioja como titular del partido, sobre el estado de situación contable del PJ y el pedido para extender la intervención a la asociación civil Gestar, que nació en 2010 con el objetivo de formar nuevos cuadros peronistas.

Los únicos gobernadores presentes fueron Alicia Kirchner (Santa Cruz) y Gildo Insfrán (Formosa). Además, estuvieron los diputados nacionales Facundo Moyano, Daniel Scioli (también desplazado vicepresidente del PJ), Andrés 'Cuervo' Larroque, Fernando Espinoza, Felipe Solá; del dirigente Fernando 'Chino' Navarro; del intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde; y del titular del PJ pampeano, Rubén Marín, entre otros.

En ese marco, también en declaraciones formuladas a la prensa al llegar al microestadio, el vicegobernador de Santiago del Estero, José Emilio Neder, consideró que "ya no importa si uno es kirchnerista, justicialista tradicional o massista" frente a la necesidad "urgente" de "construir una alternativa a este Gobierno".

Por su parte, el dirigente metalúrgico Antonio Caló, también de la partida, sostuvo que "es necesaria la unidad de todos para poder ganarle" a Cambiemos en las elecciones generales del próximo año y entendió que el congreso "puede ser el puntapié para el armado de un espacio peronista".

Después de la llegada de numerosas comitivas encabezadas, entre otros, por intendentes bonaerenses, el jefe de bloque de los diputados nacionales del Frente para la Victoria-PJ, Agustín Rossi, fue quien más alboroto causó en el ingreso y, ante los medios, calificó al encuentro como "muy importante para que quede de manifiesto que la mayoría del peronismo apoya a Gioja y para expresar su condena como oposición al acuerdo del FMI" porque -opinó- "va a ser muy doloroso para el pueblo argentino".