Leopoldo Moreau, negó que haya habido agresiones físicas en la Convención Nacional de la UCR que sesionó hasta la madrugada del sábado. No obstante reconoció "nos gritamos cara a cara algunas cosas" pero consideró natural en "un partido político que hace funcionar sus congresos" y donde había presentes "más de 300 congresales y 700 chicos en la barra".

Moreau, sostuvo que "tenemos un funcionamiento horizontal democrático y a veces, en situaciones de ese tipo, en 10 horas de debate hay 10 minutos de griterío". Agregó que esto parece anómalo porque "en Argentina ya no funcionan los partidos políticos: se reúne Macri con Durán Barba en el despacho y resuelve todo; el peronismo tiene una conducción vertical y resuelve todo y entonces donde no hay discusión no pasan este tipo de cosas".

De todos modos aclaró que "fue un debate muy esclarecedor, por supuesto que con puntos de vista diferente, nosotros sostuvimos que la actual conducción del radicalismo tiene que hacerse cargo de errores conceptuales, políticos y estratégicos y enumeramos algunos de ellos".

"Por supuesto que hubo un cuestionamiento a la conducción actual pero no por este resultado electoral en particular, porque un partido con 120 años de historia tiene que estar preparado para ganar o perder elecciones", indicó.

Seguido, insistió en que "lo que cuestionamos son las derrotas políticas, no las electorales" y "señalamos que las decisiones no se toman en el partido sino en una mesa chica del Parlamento con Carrió, Patricia Bullrich, Federico Pinedo y últimamente con Felipe Solá y esas decisiones habían desdibujado la identidad del radicalismo y que más que renovarse necesitaba resignificarse".

FE