El próximo 5 de diciembre, en una sesión especial, jurarán los nuevos integrantes de las cámaras de Diputados y Senadores, y luego se procederá a la elección de autoridades de cámara y de bloque. También se definirá el reparto de las diferentes secretarías "de gobierno" del parlamento bonaerense, claves para el control administrativo y parlamentario.

En Diputados, de acuerdo al curso de las últimas conversaciones, no habría sorpresas: Manuel Mosca, actual presidente y brazo parlamentario de la gobernadora María Eugenia Vidal, será ratificado en su cargo. Todo indica que la vicepresidencia quedará en manos de Federico Otermin, funcionario municipal de Lomas de Zamora y hombre de extrema confianza de Martín Insaurralde, quien juega en el "equipo de los intendentes" en la interna del PJ. A diferencia del actual vice, Ramiro Gutiérrez, el joven dirigente lomense no tendrá los beneficios de la "doble firma", un mecanismo que equipara el peso de sus decisiones a las del presidente, y le permitía trabar cualquier decisión.

El esquema, no obstante, no puede darse aún por confirmado: el massismo hará un intento por retener el puesto basado en la hipótesis de conflicto del peronismo, pero también debe resolver su convulsionada vida interna.

Por los bloques

En el oficialismo, el panorama es apacible: está a solo tres votos del quórum propio en Diputados y a solo dos de la mayoría compuesto (dos tercios) en el Senado. Esta tranquilidad le permitió cerrar pronto el debate por la conducción de sus bloques. En la cámara baja es casi una "fija" que el conductor será el radical Maximiliano Abad, un hombre de estrecha relación con Ernesto Sanz, uno de los socios fundadores de Cambiemos. En el Senado, en tanto, Roberto Costa se encamina a continuar conduciendo la bancada. Él mismo aseguró, en la sesión de esta semana, que "mis compañeros me pidieron que continúe, vamos a ver qué dicen los nuevos". Con sus futuros compañeros se reunió por la noche, en una cena de camaradería, y previsiblemente no hubo resistencias.

Más divisiones

Por el contrario, el peronismo en Diputados podría quedar dividido en hasta cuatro bloques si prosperan las movidas que comenzaron a gestarse esta semana.

Por el momento, en el cúmulo de rumores y "operaciones" que circulan en los pasillos de Diputados hay una sola certeza: el grupo de intendentes "renovadores" y el kirchnerismo duro armarán bloques separados. El primero será conducido por Julio Pereyra, mientras que la bancada K se debate entre tres postulantes: Facundo Tignanelli, un Cámpora puro alineado con "El Cuervo" Larroque; Carlos "Cuto" Moreno, un experimentado legislador cercano a Cristina Fernández; o Walter Abarca, aliado de Julián Domínguez que en el último tiempo mostró las posturas más duras dentro del cuerpo.

Pero en medio de estos tironeos surgió la posibilidad de otras dos bancadas minoritarias. En una de ellas recalará el mediático José Ottavis, distanciado de La Cámpora y sin diálogo con el PJ tradicional. Con él podría irse su "pupila" Rocío Giaccone, una diputada de Junín que en las últimas semanas mostró señales de rebeldía hacia la conducción kirchnerista.

Por cuerda separada, la diputada del Movimiento Evita, Patricia Cubría, podría conformar también otro bloque separado, junto a su par de Mar del Plata, Alejandra Martínez. Si bien hay negociaciones para que ambas se integren al espacio de los intendentes, una posibilidad es que se mantengan aparte, pero en diálogo con ese sector.

En el Senado, en cambio, las negociaciones parecen conducir hacia un acuerdo de unidad. Es que, con el oficialismo a dos votos de lograr los dos tercios, para los peronistas no tiene sentido dividirse. Además, aquí los intendentes no tienen gran poder de fuego, por lo que se sumarían a la bancada unificada del FpV-PJ, que desde principios de este año ya aunaba a sectores enfrentados en el partido.

El massismo, en tanto, mantiene una silenciosa pero dura pelea por la conducción del bloque de 13 diputados. Por el puesto pujan cuatro legisladores: el actual senador Jorge D'Onofrio (con más chances), Ramiro Gutiérrez, Pablo Garate y Ricardo Lissalde. Frente a este panorama, Massa deberá hacer equilibrios para evitar fugas hacia Cambiemos o el PJ- de intendentes.