El ministro de Educación de la Nación, Alejandro Finocchiaro, dijo que con la aplicación por  segundo año consecutivo de la prueba Aprender "se cayó el mito de que el relevamiento era para ajustar y echar maestros", ya que "la hicimos con éxito y no se cayó ningún cargo en el todo el sistema".

El funcionario explicó que el relevamiento estandarizado del nivel de contenidos mínimos alcanzados por los alumnos en las distintas escuelas es "un plan sistémico" para "adecuar internamente los planes de estudio, currículas y esquemas didácticos para alcanzar mejores estándares de calidad en el sistema".

"Fíjense que en 2016 lanzamos el Aprender por primera vez y los gremios anunciaron planes de lucha y resistencia con el argumento de que comenzábamos la evaluación para echar maestros. Este es el segundo año consecutivo y no se afectó ningún cargo docente. Eso para que la gente escuche con atención los argumentos con los que se hacen protestas y se paraliza el sistema educativo", señaló Finocchiaro en declaraciones al programa Intratables de América.

Consideró además que los boicot contra el Aprender de los gremios docentes "no dieron resultados" y de hecho "tuvimos más incovenientes con los problemas climáticos en distintos puntos de la Provincia de Buenos Aires y del interior que con la convocatoria gremial".

El titular de la cartera educativa apuntó que no obstante que "la prueba Aprender no será en vano, porque tras dos años consecutivos ya hay variables coincidentes que nos permiten hacer conclusiones sobre la necesidad de cambios y los cambios implican dolor para los que defienden el status quo".

En ese sentido, afirmó que "el sistema de dictado de clases y evaluación regido por CTERA  ya fracasó y esta vez el Estado va a tomar un rol protagónico en una nueva forma de planificar la educación y si bien no habrá ajuste necesitamos modificaciones y para eso hicimos el Aprender".

Además, Finocchiario lanzó una chicana hacia los gremios docentes porteños y agrupaciones estudiantiles que promovieron las tomas de los colegios en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en los meses de agosto y septiembre.

"Siempre dije que las tomas guardaban una relación directa con la campaña. Y hasta arriesgué que se acababa la campaña y terminaban. Y de hecho fue lo que pasó, terminaron las elecciones y no hubo más tomas de colegios de organizaciones y de sindicatos", indicó.

Por otra parte, el ministro nacional manifestó su respaldo a la diputada nacional Elisa Carrió,  al dejar en claro que más allá de las polémicas en las que está envuelta por sus declaraciones "es la dirigente que encabezó la lucha para salvar la república cuando nadie lo hacía".

 En ese sentido, negó "totalmente que sea una bomba de tiempo como muchos dicen equivocadamente", y atribuyó las polémicas declaraciones de Carrió que muchas veces son adversas al gobierno a que el frente Cambiemos "admite las disidencias y las opiniones disímiles mientras permitan construir un proyecto favorable al futuro del país".