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"Lecciones después de un semana de catástrofes naturales" | |||
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La última vez que chequié, las guerras, los huracanes, los terremotos y cualquier otro desastre natural traÃan solo destrucción. En estos dÃas de furia de la madre naturaleza ya han salido varios medios de comunicación estadounidenses a decir que, en realidad, la destrucción que traerá Irma a EE.UU. o el terremoto de 8.2 grados a México podrÃa servir para darle un impulso, un boom, a la economÃa.
¿Será que los desastres naturales, los terremotos o las guerras estimulan la economÃa y crean riqueza? Esa es la pregunta que les hago tras leer algunos artÃculos y comentarios al respecto en esta última semana. Asà como suelen pensar algunos pesudoeconomistas al decir que la Segunda Guerra sacó al paÃs del norte de la Gran Depresión, mucha gente piensa lo mismo de este tipo de fenómenos que destruyen casas, edificios, hospitales, carreteras y sobre todo, vidas humanas.
Pero todos aquellos que piensan de esa manera no leyeron, seguramente, a Federico Bastiat. Además del daño emocional y psicológico que implica sobrepasar estas catástrofes, el paso del huracán traerá una enorme pérdida de riqueza en los estados afectados. Expertos estimaron que la pérdida de la ciudad de Huston será de aproximadamente 20 mil millones de dólares. El arreglo, remodelaciones y levantamiento de residencias podrá traer un aumento temporal en la economÃa local, pero eso no significa que sea lo mismo que una mejora real de esa economÃa. ¿Cómo es eso?
Para entender por qué digo esto nos remontamos a la famosa falacia del economista francés Bastiat quien en 1850 anticipó este mito que sobrevive hoy en la opinión pública general. La falacia dice que si el hijo de un comerciante rompe el vidrio del local eso en realidad es algo positivo para la comunidadp orque significa que el empresario deberá contratar los servicios del vidriero para que le coloque nuevamente el vidrio. Entonces el vidriero va a tener más plata para comprarse otro producto (unos zapatos nuevos, por ejemplo) y asÃ... De esa manera, explican, se estimula la economÃa.
Sin embargo, esto está muy lejos de la realidad de mejorar algo la situación. Lo que resalta Bastiat es lo que NO se ve. Es decir, qué hubiera hecho el empresario del local con la ventana rota si hubiera mantenido el dinero que gastó en arreglar la ventana. PodrÃa haber reinvertido su capital en agrandar su negocio, en mejorar sus instalaciones o comprarse un traje nuevo. Ese dinero no puede gastarse en dos lados al mismo tiempo. Esos 100 pesos (por ejemplo) que gastó en remendar su vidriera no creó ningun beneficio para si mismi sino que retornó a su estado original. Si eso no hubiese pasado, ahora tendrÃa un vidrio y un traje y ahora porque tuvo que gastar en el vidrio tiene solo un vidrio y ningún traje. ¿Se entiende mejor?
En el caso de la reconstrucción de Miami, de República Dominicana o de la isla de Saint Martins sucede lo mismo, no se creará ninguna riqueza real. No podemos saber, realmente en qué servicios o productos los locales hubieran gastado su dinero si las condiciones climáticas hubieran sido diferentes.
Pensar que el gasto del Gobierno en ayudar a esa reconstrucción es indiferente o mejora la economÃa es ser económicamente miope (no digo que no deberÃa ayudar, pero si que ese costo no es gratuito).
Algunos de los economistas que pensaron que estas catástrofes podrÃan ayudar al paÃs fueron Paul Krugman y John Maynard Keynes. Uno dijo que la economÃa del mundo se impulsarÃa con una invasión extraterrestre y el otro sugirió que una forma de que se mejore la economÃa del paÃs serÃa que el Estado contratara desempleados para que hagan hoyos y que contratara a otros para que los llenen. Absolutamente un sinsentido.
Belén Marty. Exclusivo para Cadena BA. 14/09/2017
Periodista, Lic. en Comunicación Social (Univ. Austral), Maestrando en EconomÃa y Ciencias PolÃticas (Eseade). Directora de Academia WAW. Ex corresponsal Cono Sur y Cuba de Pamam Post. Ex gestora de Contenidos de @StaplesAR. |