En estos día vivimos un suceso que no puede pasar desapercibido para los que trabajamos en defensa de los derechos del consumidor. Resulta que como ha sido de conocimiento público, los segundos miércoles de cada mes los clientes de  una determinada entidad bancaria provincial y oficial, podrán adquirir productos a mitad de precios en super - hiper mercados. Hasta allí es la descripción de una promoción que en principio no tiene mayor trascendencia, y que puede enmarcarse en una política de promoción y transferencia  para los grandes formadores de precios en el Mercado.

La evidencia de los hechos que mostraron interminables colas de espera de personas a la intemperie sin servicios sanitarios, en algunos casos familias enteras con niños, en otros que faltaron a sus trabajos porque era más rentable la promoción, vecinos de distinta localidades que se organizaron para ir en un solo auto a comprar alimentos y productos de primera necesidad, ciudadanos que al final de la jornada comercial se quedaron dentro de los comercios demorados en su salida,  fueron un relato e imágenes que nos trae algunas lamentables conclusiones entre las cuales se pueden señalar la posición dominante que ejercen las grandes cadenas de comercialización frente al consumidor y los comercios minoristas .

Los motivos

A las claras está que el programa de raíz gubernamental, no es una mera oferta a la cual un grupo exacerbado de consumidores se agolpan en las puertas de un centro comercial para hacerse irracionalmente de un producto novedoso. Ha sido evidente que los ciudadanos en su rol de consumidores, llegaron a los hiper - super mercados buscando hacer rendir su depreciado salario. Que el salario no le alcanza a muchos argentinos es una realidad incontrastable. Según datos oficiales hay hoy en nuestro país un 32,9 % de personas por debajo de la línea  pobreza y 6,9 % de indigencia; una jubilación mínima alcanza los $6.394,85, un Salario Mínimo los $8.500 y hay un 25 % de argentinos que vive con $8500. Por otro lado los aumentos no paran desde hace un año, así en servicios públicos de más de 200%, un 77% en los medicamentos, un 55% en la canasta de alimentos, y un reciente aumento en los combustibles. Respecto de los salarios se sabe que van detrás de los aumentos a varios cuerpos de ventaja.  Por eso cuando alguien dice que se podrá comprar al 50 % productos esenciales, alimentos productos sanitarios, ¿que es lo que puede ocurrir?. Una promoción de esas características, en este contexto de aumentos y de salarios depreciados, y frente a la falta de aumento de la actividad económica en general, esa promoción se convierte en una política socialmente aceptada y adquiere una vigencia sociológica que superara una razonable expectativa propia del que vive otra realidad.

A quién beneficia

Obviamente que la posibilidad que una persona pueda adquirir un producto a mitad de precio una vez por mes con consumos que no superen los $3000 y un tope de reintegro de $ 1500, puede ser una buena oferta, pero la pregunta es ¿alcanza a que sea una política de mejoramiento del rendimiento salarial de las personas y las familias?, ¿cuántos son clientes de esa entidad bancaria?, ¿cuántos pueden esperar horas y / o bajo la lluvia?. Si bien puede verse como una promoción que da un beneficio,  para convertirse en política pública debe dotarse de universalidad o generalidad. No cabe duda que los grandes beneficiarios, no son los consumidores, sino los hiper o super mercados, que reciben en un día de poco movimiento comercial (miércoles y de aguinaldo) cantidades inesperadas de dinero, rematando remesas y productos de menor consumo, y en el caso particular transfiriendo la suma de los aguinaldos a estos mega comercios. Fortaleciendo a esos actores mercantiles se concentra aun más la economía regional en estos formadores de precios que cada vez manejarán la oferta la demanda y los precios según sus necesidades.

A quien perjudica

La concentración económica, la formación de monopolios u oligopolios,  es una variable no deseada, la eliminación de actores locales y minoristas es repudiable. Los comercios minoristas que son verdaderas instituciones sociales en muchos barrios, padecen hoy los embates de fuertes aumentos de servicios, baja generalizados de ventas y políticas de favorecimiento de grandes actores mercantiles. Ello puede representar su golpe final. Estos actores menores del Mercado, venden poco con precios a veces más altos, otras no, pero son siempre los que tiene la luz del barrio encendida, los que fían, los que colaboran con la actividad barrial o simplemente los que venden cuando te falto comprar algo en la venta general en el super, pero es tu vecino, el que da trabajo, el que consume en otros negocios del barrio, el se queja de las mismos problemas que los consumidores sufren y el que vive en la ciudad. Deben estar presentes, mas en momentos de crisis. Si desaparecen, además del perjuicio para ellos,  lo será para el consumidor en tanto la concentración económica favorece a la distorsión de precios siempre a favor de los que lo forman.

Trato digno y equitativo

Ver esas imágenes de comercios abarrotados de ciudadanos, buscando hacer mas rentable su salario, nos lleva a la necesaria pregunta, acerca de las previsiones. Esperaron horas, bajo la intemperie, desde la madrugada, en las condiciones descriptas, la aseveración cae de maduro: sin el debido TRATO DIGNO Y EQUITATIVO que resulta un derecho constitucional y legal (art 42 CN y art 8 bis Ley 24240) que debió preverse y atenderse, siendo responsables todos los que tienen relación con la operación comercial (art 2 Ley 24240). Todos los que implementaron el programa, deben saber de la necesidad que se está padeciendo, todos pueden conocer que es lo significa la oferta propuesta, y las necesidades que se están dando. No leyeron la realidad o la ignoraron, en ambos casos preocupa.

Los próximos miércoles

Más allá de la crítica debe considerarse en el futuro inmediato:1) que los próximos miércoles se prevean estas circunstancias; 2) teniendo en cuenta que existe un derecho de acceso al consumo a bienes esenciales insatisfecho, se deben buscar alternativas de mejoramiento de salarios y  alternativas de conseguir precios mas bajos; alternativas como programa de precios cuidados, o  proyectos de ley de góndolas, baja de impuestos como el IVA entre otros deberán ser considerados; 3) Incluir en forma urgente a los comerciantes minoristas en los programas y acuerdos, pudiendo ello contribuir a bajar precios, buscando fomentar y mejorar sus ventas, pero sobre todo garantizando el alcance del programa no solo en 4 o 5 hiper mercados, sino a cada una de las localidades; la canasta platense y el acuerdo con librerías han sido una interesante herramienta que cuentan con un recorrido en la región; 4) Una vez incluido todos los actores no limitar a un día la oferta sino extenderla en el tiempo a fin de lograr generalidad y universalidad de la medida.

Como se frenan el aumento de precios

En lo sucesivo y si hay voluntad de frenar aumentos recomendamos la aplicación de la Ley 26.991 de Nueva Regulación de las Relaciones de Producción y Consumo que junto con la Ley 26.992, de Observatorio de Precios y Disponibilidad de Insumos, Bienes y Servicios, pueden contribuir a que mayores argentinos accedan al consumo de bienes esenciales sin necesidad de dejar la dignidad en una góndola. Las normas citadas prevén seguimiento y la posibilidad de intervención del Estado ante las distorsiones que se produzcan en los procesos productivos y en las cadenas de comercialización. Rigen para procesos que involucre a la sanidad, alimentación, vestimenta, higiene, vivienda, deporte, cultura, transporte, esparcimiento y cualquier otro bien o servicio que satisfaga, necesidades básicas o esenciales orientadas al bienestar general de la población.  La decisión de su implementación está en los que definen la política de turno pero se torna en carga pública cuando el Mercado distorsiona sus precios y perjudica a productores y consumidores.

(*) Roberto Daoud, exclusivo para Cadena BA. 20/07/2017