El secretario de Medio Ambiente de la Nación, Juan José Mussi, y el ministro de Ambiente y Espacio Público del gobierno de la Ciudad, Diego Santilli, hicieron públicas sus diferencias en torno del saneamiento del Riachuelo.

En primer término, Mussi aseguró que le cuesta "muchísimo" encontrar a los funcionarios de la Ciudad. Reveló que el propio Mauricio Macri no sabía que el gobierno porteño tenía dos representantes en el Consejo Directivo de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR). "Evidentemente han mandado gente de quinta línea".

"No nos debemos olvidar -continuó Mussi- que la materia fecal de la Ciudad va a parar a Berazategui donde estamos haciendo una planta de mil millones de pesos". Además, el funcionario recordó que "la basura de los capitalinos también va a parar a la provincia".

Por último, le envió un mensaje a Santilli: "Que me llame cuando quiera, que me he cansado de llamarlo".

Por su parte, el ministro de Ambiente y Espacio Público porteño desestimó la acusación, destacó el trabajo conjunto que realiza la Ciudad con la Nación y la Provincia, reconoció que el gobierno de Macri tiene representantes en ACUMAR y aseguró que "no me parece justo que con todo el trabajo unificado que se está haciendo, se le resten méritos a la Ciudad de Buenos Aires que está poniendo todo lo que tiene que poner".

Santilli reconoció que falta mucho por hacer, pero advirtió que "el Riachuelo no lo vamos a resolver en un año. Esto requiere de constancia, perseverancia. Cosas importantes".

FE