La mitad de los estadounidenses quiere que Trump se someta a juicio político
31-10-2024
17-05-2017 | ESTADOS UNIDOS
La mitad de los estadounidenses quiere que Trump se someta a juicio político
El 48% de los ciudadanos está de acuerdo con iniciar un proceso de destitución o "impeachment", contra el 41% que se opone, según encuesta de Public Policy Polling.

El 48% de los estadounidenses está de acuerdo con que se inicie un proceso de destitución o "impeachment" contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra el 41% que se opone, según una encuesta publicada por el instituto demoscópico Public Policy Polling.

De iniciarse el proceso, sería el tercer mandatario en la historia de Estados Unidos que se somete a un juicio político, luego de que los presidentes Andrew Johnson (1819-183) y Bill Clinton (1993-2001) atravesaran ese procedimiento, en el que ambos salieron absueltos.

Un tercer presidente, Richard Nixon, (1969-1974), renunció a su cargo antes de que el Congreso aprobara el "impeachment".

La Constitución de Estados Unidos, en su artículo primero, establece que los altos funcionarios pueden ser juzgados por mandato de la Cámara de Representantes, que necesita de la mayoría simple (la mitad más uno) para iniciar el proceso.

Posteriormente, el Senado se encarga de llevar a cabo el juicio, en el que se necesita el respaldo de los dos tercios de la Cámara Alta para condenar al acusado, que puede ser destituido y inhabilitado para desempeñar cargos públicos, algo que nunca ha ocurrido en la historia estadounidense.

La popularidad de Trump en Estados Unidos no ha podido trepar nunca más allá de los 40 puntos porcentuales con los que llegó a la Casa Blanca, en enero.

Según el sondeo, el mandatario mantiene ese 40% de apoyo frente a un 54% que está en contra de su gestión, informó la agencia de noticias EFE.

Además, el 43% de los encuestados cree que Trump no podrá completar los cuatro años de mandato.

La encuesta fue realizada a 692 adultos entre el 12 y 14 de mayo, días después de que se desatara un escándalo en el seno del gobierno por el despido del director del FBI, James Comey, que investigaba si el equipo de campaña de Trump y el gobierno ruso se habían coordinado para perjudicar a la candidata del Partido Demócrata, Hillary Clinton, en las elecciones de noviembre pasado.