España: Rajoy fue reelecto presidente del gobierno en medio de fuerte marcha de "Indignados"
12-08-2025
30-10-2016 | Histórico: PSOE presente; pero se abstuvo
España: Rajoy fue reelecto presidente del gobierno en medio de fuerte marcha de "Indignados"
Rajoy fue finalmente reelecto, la candidatura del líder conservador recibió 170 votos a favor, 111 en contra y 68 abstenciones del PSOE, Miles de "Indignados" volvieron a "rodear" el Congreso en contra de la investidura de Rajoy al grito de "Ante el golpe de la mafia democracia".
El líder del Partido Popular (PP) Mariano Rajoy fue reelegido hoy presidente del gobierno de España gracias a la histórica abstención de la mayoría de los diputados del opositor Partido Socialista (PSOE) en la segunda y definitiva votación de su investidura, poniendo fin a una parálisis política de más de 10 meses, mientras miles de indignados protestaban en las calles. Los "Indignados" rodearon el Congreso y protestaron por la investidura de Rajoy, que según los organizadores fueron 100.000 personas mientras la policía nacional los cifró 6.000, marcharon hasta la Puerta del Sol donde se leyó un comunicado y luego se dio por finalizada la protesta, que transcurrió de forma pacífica.

No hubo grandes sorpresas y la candidatura del líder conservador Mariano Rajoy recibió 170 votos a favor, 111 en contra y 68 abstenciones, según anunció la presidente del Parlamento, Ana Pastor. 

A favor votaron los 137 diputados del PP, los 32 de Ciudadanos y la única diputada de Coalición Canaria, mientras 68 del PSOE se abstuvieron y 15 díscolos se sumaron al bloque del "no", junto con los izquierdistas de Unidos Podemos, los nacionalistas vascos e independentistas catalanes y vascos. 

Horas antes de la votación, el ex líder del PSOE, Pedro Sánchez, renunció a su escaño de diputado para evitar desobedecer al Comité Federal de su partido que fijo la posición de abstención, con la que está en "profundo desacuerdo".

La abstención de los socialistas, que por primera vez facilitan la investidura del candidato de su tradicional rival, provocó una profunda división en el seno de la fuerza política e indignación entre sus militantes y personas ajenas al partido cada vez más enfadadas con la situación política del país. 

"Han sido cuatro años muy difíciles, somos conscientes de que muchos españoles lo han pasado mal, pero con fuerza, coraje y determinación muchas cosas se han superado. Hay mucho por hacer y buscaremos acuerdos con todos", aseguró Rajoy en los pasillos del Congreso de los Diputados tras su reelección. También confirmó que el jueves anunciará su nuevo gabinete, y que jurarán el viernes. 

Mientras se producía la votación, decenas de miles de españoles indignados se manifestaban en las cercanías del Congreso de los Diputados, al grito de "No nos representan" y con mensajes contra el PP y el PSOE, como carteles con el lema "No a la mafiademocracia", en referencia al giro político que dieron los socialistas para permitir un nuevo gobierno de Rajoy. 

"España necesita algo más que una simple investidura, necesita un gobierno capaz de gobernar. No pido un cheque en blanco, sino un gobierno, que no es lo mismo", dijo Rajoy al comienzo de su discurso, consciente de que estando en minoría tendrá que negociar para tener estabilidad. 

"Hoy trazamos el camino del futuro, en el que la falta de mayoría nos hace a todos responsables", añadió. 

Dirigiéndose a los liberales de Ciudadanos y Coalición Canaria, Rajoy aseguró que "votar a favor de la investidura es comprometerse a intentar construir en materias que son importantes para todos los españoles, como los compromisos de déficit con Bruselas o la estabilidad presupuestaria". 

Y en un mensaje al opositor PSOE, indicó que "no es razonable gobernar sin presupuestos", y, por lo tanto, "no se puede proclamar que se va a votar para facilitar un gobierno si no se está dispuesto a darle su principal herramienta". 

El líder conservador insistió en que es consciente de la "necesidad de entendimiento", y que está "dispuesto a corregir todo lo que sea corregir", pero advirtió que "la política de cualquier gobierno sensato no admite más que un rumbo, que debe fijar el gobierno". 

Después de mantener un tono más conciliador y de "guante blanco" en los dos días de debate previo a la primera votación, que no logró superar, Rajoy encaró su última intervención con la garantía de que la superaría y con discurso más duro. 

"No tiene ningún sentido liquidar todas las reformas, mejoraremos lo memorable. Accedo al gobierno para perseverar. Algunos quieren darle la vuelta a las políticas que nos hemos dado. Pero no me pidan que traicione mi propio proyecto político", dijo. 

También reiteró que "diálogo todo", pero "dentro de los límites que nos impone la realidad" y, en ese sentido, reiteró que no tiene "permitido negociar la unidad de España", refiriéndose al desafió secesionista de Cataluña. 

Antes de cerrar su discurso, Rajoy pidió explícitamente apoyo para su "proyecto". 

Frente a los hechos casi consumados, desde el PSOE, el vocero Antonio Hernando, ratificó que la segunda fuerza del país se abstendría "para que la instituciones no sigan deteriorándose y no se deslegitime más la democracia". En la primera votación del jueves el PSOE mantuvo su veto. 

"Señor Rajoy, ni usted ni su proyecto cuenta con nuestra confianza. No es el presidente que España necesita, pero no queremos nuevas elecciones", insistió el diputado del PSOE. 

"Está usted en minoría", y "el PSOE se va a dedicar a vigilar cada paso que dé", le advirtió Hernando, quien durante los últimos años ejerció como "mano derecha" de Sánchez

Del lado del "no", el líder de Podemos, Pablo Iglesias, denunció la "operación" que llevó al poder a Rajoy y que, según dijo, "desenmascaró a Ciudadanos" y "dividió al PSOE", pero también envió un mensaje de esperanza. 

"El PSOE va a resultar humillado hoy. Ha dejado que las élites le hagan el trabajo. Demostró usted ser enormemente desleal al sistema de este país", pero "ha sentado las bases para que tarde o temprano le ganemos las elecciones", sostuvo Iglesias. 

"Su legislatura va a ser un epílogo", le advirtió a Rajoy el dirigente del partido que nació tras las grandes movilizaciones de indignados que comenzaron en 2011, antes que el dirigente del PP obtuviera su mayoría absoluta, y que hoy parecían reactivarse. 

Iglesias aseguró que España es ya un país "sin miedo", en el que la ciudadanía "no tolera la corrupción", "no se conforma" y "no entiende que no se respete la identidad plurinacional".

El resto de fuerzas opositoras, entre los independentistas catalanes y vascos, se enzarzaron con el PSOE al que acusaron de haber "traicionado" a la izquierda. 

Mientras, Albert Rivera, de Ciudadanos, se erigió de líder conciliador, aunque le recordó a Rajoy que será el Parlamento el que marcará el rumbo de España. 

"Señor Rajoy, no tenga miedo, lo he visto otra vez poniéndose la venda antes de la herida. Si cumple las exigencia de Ciudadanos esto saldrá bien", afirmó recordando al ya presidente en plenas funciones que deberá crear una comisión de investigación sobre la financiación ilegal del PP, al tiempo que invitaba al resto de grupos a "trabajar" para transformar España. 

Indignados

Miles de indignados españoles se manifestaron en las cercanías del Congreso de los Diputados de Madrid para rechazar la reelección del conservador Mariano Rajoy como presidente del gobierno de España con la abstención del opositor PSOE, recordando las emblemáticas consignas contra las élites políticas del país.

La multitudinaria protesta, convocada bajo el lema "Rodea el Congreso" por la Coordinadora 25-S y otros grupos surgidos al calor de las protestas de los últimos años contra el ajuste y de rechazo al sistema político y económico, volvió a reunir a ciudadanos desconcertados y enojados con el rumbo que tomó el país.

"Que no, que no, que no nos representan", y "PSOE, PP, la misma mierda es" fueron algunas de las ya emblemáticas consignas popularizado por los indignados del 15-M que se escucharon desde el comienzo de la tarde en las inmediaciones del Congreso, donde tendría lugar la investidura del candidato del Partido Popular (PP).

Muchos jóvenes y familias se unieron a la protesta encabezada por una pancarta en la que se denunciaba la "investidura ilegítima" de Rajoy, quien se convirtió en el primer presidente del PP en ser elegido gracias a sus rivales socialistas, quienes se abstuvieron en la segunda votación para evitar unas terceras elecciones en España después de más de 10 meses de parálisis política.

La dirigente socialista andaluza Susana Díaz y el ex presidente Felipe González, fueron los que acapararon las mayores críticas, al ser considerados los responsables del "golpe" que forzó la dimisión del ex secretario del PSOE Pedro Sánchez y propició un giro político que permitió al PP seguir en el poder.

"Contra la mafia, democracia", "Vergüenza me daría ser Susana Díaz" o "Felipe golpista, eres un fascista" corearon los manifestantes, mientras también se escucharon cánticos de la nueva izquierda como "De norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue, cueste lo que cueste".

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, y otros dirigentes de izquierda como Alberto Garzón, se acercaron a saludar a los manifestantes, antes de participar de la votación, en el que rechazaron la investidura de Rajoy.

Ni Podemos ni los partidos afines convocaron la protesta pero la apoyaron y advirtieron que era un augurio de lo que sucedería en las calles si seguía gobernado el PP implementando nuevos ajustes y su agenda conservadora con recorte de derechos y libertades.

El grueso de los manifestantes, que según los organizadores fueron 100.000 personas mientras la policía nacional los cifró 6.000, marcharon hasta la Puerta del Sol donde se leyó un comunicado y luego se dio por finalizada la protesta, que transcurrió de forma pacífica.