05-05-2024
"Un llamado de atención para todos"
Por José Ottavis  @JoseOttavis

La pérdida de Nicolás, de tan solo 20 años, el último miércoles en el marco de los festejos del día de la primavera en Moreno tienen que hacernos pensar a todos y convocarnos, desde el dolor y la responsabilidad cómo hacemos como sociedad para evitar estas muertes, estos desbordes, esta cultura del riesgo que habita en muchos de nuestros jóvenes.

La fiesta se llamaba "Proyecto XXX" y no puedo dejar de pensar en el reclamo que nos hacen esos chicos a todos para que llenemos las "XXX" con ideas, valores, sentimientos de nuevo. Los pibes se juntan pero no tienen un proyecto que los nuclee, entonces entra ahí la violencia, la droga y el alcohol.

Como padres tendremos que sentarnos todos en nuestras familias a conversar, a debatir qué es lo que hacen nuestros hijos, dónde están, qué sienten, qué necesitan, cómo se los puede acompañar en este tiempo complejo para la sociedad, de crisis económica y desánimo, con riesgos concretos de pérdida de trabajo o desocupación real en muchos hogares, especialmente en sectores humildes.

Estoy convencido que el desafío de la política, ya no sólo de la Gobernadora ni del intendente, sino de toda la dirigencia política es convocar a las fuerzas políticas y a la sociedad civil, para poner los problemas sobre la mesa y distinguir los mecanismos para solucionarlos, porque hay un reclamo concreto por parte de la sociedad hacia el Estado para que esté presente, para que controle y combata los riesgos que amenazan a nuestros jóvenes.

En este sentido, creo que hay dos hechos que son de suma gravedad, en los últimos días hemos visto que el Registro Nacional de Armas (RENAR) ha suspendido el programa de desarme voluntario por la inacción legislativa. De este modo, vemos que el Estado no recibe armas de ciudadanos que buscan deshacerse de ellas para evitar un real peligro en el hogar.

Por su parte, el Registro Único de Bebidas Alcohólicas (REBA), que a fines de 2014 y en el tercer trimestre de 2015, realizó operativos con los municipios y logró la clausura de 28 eventos programados en propiedades particulares y lugares abiertos, pasó a depender del Ministerio de Seguridad y desde entonces las tareas preventivas se detuvieron y los controles solamente se focalizaron en bares y boliches.

Conociendo los recursos y las limitaciones que viven muchos de los municipios de la provincia, el control de las fiestas privadas ilegales no puede recaer exclusivamente en el accionar municipal. Al contrario, el control debe ordenarse y legitimarse en un organismo de alcance nacional, dedicado a prevenir, entre otras cosas, estas prácticas ilegales nocturnas.

Conscientes de la complejidad del problema que viven nuestros jóvenes y que vive nuestra sociedad en su conjunto, no podemos pensar en términos territoriales para el control y combate de estos riesgos.

La fiesta del miércoles pasado convocaba a chicos con armas y bebidas alcohólicas. El Estado es algo muy lejano para los ciudadanos que reclaman seguridad, contención y cuidado. Pero en estos dos casos podemos ver cómo las políticas que se llevan adelante o se abandonen por parte de ese Estado inalcanzable tienen efectos reales sobre nuestra vida cotidiana.

Cuando el Estado no está, la gente se desespera. Entonces, la propuesta es clara: no podemos hacer de lo que pasó en Moreno una simple búsqueda de responsables, sino que tenemos poner en discusión la integralidad de las problemáticas que transitamos como sociedad.

Este no es un hecho aislado, sino el emergente de una compleja situación social, que se da en Moreno, pero se reproduce día a día y noche a noche en todos los distritos de la provincia de Buenos Aires y en el resto del país, en los sectores con más recursos y en los más humildes. No podemos mirar para otro lado. Debemos sentarnos en nuestra casa con nuestra familia y debemos sentarnos en la mesa de diálogo político para trabajar todos juntos para darle a nuestros jóvenes un proyecto que los contenga, que los acompañe y les permita volver a soñar.

(*) Diputado provincial del FpV