"180 días: ¿Y ahora qué?"
05-07-2025
"180 días: ¿Y ahora qué?"
Por Belen Marty @belenmarty

Los fines de semana son para relajarse de todo el estrés de la semana. Para tomar mate, visitar a la familia, tomarse una cerveza con amigos y reírse de la coyuntura política. El viernes 10 se cumplieron 180 días desde la asunción del Presidente Macri. ¿Como le está yendo al país? ¿Qué dicen esas pequeñas acciones que vivimos a diario sobre la situación actual de nuestra querida Argentina?

No es ninguna novedad que la imagen del mandatario esté en baja. Se le acabó el período de luna de miel, aplicó ciertos ajustes, normalización de tarifas, quita de subsidios en algunas industrias. ¿Pero cuáles son aquellos llamados de atención que me hacen ruido y que me gustaría poner a discusión?

El gobierno aumentó tarifas, quitó subsidios, pero no bajó la carga impositiva. El ministro de economía, Prat Gay, keynesiano, llevó al gobierno de su mano buscando alentar la reactivación de la economía acelerando el ritmo del gasto. Pero eso es lo mismo que una serpiente persiguiendo su propia cola. No puede gastarse lo que nunca se llegó a producir. 

Macri, y su gabinete, no entiende (o no les conviene entender, aun no se cuál de las dos es) la importancia de disminuir el gasto público, que representa hoy el 50% del PBI. Gritan a viva voz que no solo mantuvieron los subsidios sociales sino que hasta los han ampliado. Ahora, ¿en que razón cabe que un país está mejor cuanto más subsidios social reparte? 

Tras su baja en la imagen de su gestión, Macri, resentido por el golpe, salió a buscar luz y calidez en uno de los temas más sensibles: los jubilados. Sabiendo que el plan que propone es altamente costoso en términos de recursos (muy pesado fiscalmente) busca a través del blanqueo frenar la recesión y la caída en la actividad. Es, sin duda, una jugada política hábil que funciona como parte de este ajedrez que proponen desde lo más arriba del poder de turno. 

Porque la política es eso, son jugadas de ajedrez, meditadas, pensadas que, como las piernas al caminar, no puede hacerse una sin la otra. A la última siempre le llegará la siguiente. El ajuste trajo conflictividad social, esto trajo la simpatía por los jubilados, asignación por hijo, el proyecto que busca bajar el iva para productos básicos, y así sucesivamente.

El macrismo, al igual que el kirchnerismo, cree que alcanza con saber administrar. Creen que el problema del kirchnerismo era su mala administración, su corrupción y su ambición de poder. Pero con la gestión no alcanza, es necesario subir un grado de abstracción y preguntarse allí en el mundo de las ideas, cuál es realmente el rol del Estado.

La disciplina fiscal como camino al éxito

¿Está bien sacarle a uno por la fuerza para darle a otro? ¿Por qué nos empecinamos en querer redistribuir cuando deberíamos enfocarnos en garantizar las circunstancias para que se pueda crear riqueza? ¿Se puede planificar la economía? ¿Quién es el dueño de mi vida? ¿Debe un habitante de Jujuy pagar por el subsidio al pasaje en tren o a Aerolíneas Argentinas? ¿Debemos pagar Futbol para Todos, nos guste o no nos guste el fútbol? ¿Hasta dónde debe regular el Estado?

Sin hacernos todas estas preguntas, cualquier otro debate resultará ingenuo e indiferente.

El gobierno de Macri no ha bajado significativamente el gasto público. Tengamos en cuenta que la mayor parte del gasto se va en jubilaciones, pensiones, subsidios económicos, empelados públicos y subsidios sociales. Macri echó al 1.3% del total de empleados públicos y normalizó las tarifas de transporte públicos. Pero… ¿alcanza solo con eso?

De vuelta, el problema es que alguien siempre paga los platos rotos. No le alcanzará al presidente arreglar solo con los holdouts y sacar el cepo cambiario para que lluevan las inversiones. Necesita empezar a cuestionar el rol del Estado actual, salir de su rol de defender a empresas amigas del poder en detrimento del ciudadano de a pie y flexibilizar la legislación laboral (para que las empresas se animen a contratar sin miedo a sucumbir en la miseria absoluta si deben cerrar).

Es imposible que la economía crezca bajo el tormento fiscal que tenemos actualmente. Pero claro, al no estar dispuestos a bajar el gasto las únicas salidas que quedan para generar los suficientes recursos son o imprimiendo papelitos (inflación), tomando deuda interna o externa, y subiendo impuestos. Todas son callejones sin salida.

A Macri le quedan 7/8 de mandato para volver a las pistas. Para dejar atrás la inmoralidad de beneficiar a ciertos grupos lobistas por sobre el resto, la inescrupulosa política fiscal y la soberbia de manjar nuestras vidas a gusto y piacere.

Tiene la difícil tarea adelante de encaminar el país por la senda de la disciplina fiscal. Debe enarbolar la bandera de que cada quién tiene derecho a hacer de su fruto de su trabajo lo que desea, de poder emprender sin morir en el intento, y de poder buscar el camino de la felicidad con la menor cantidad de obstáculos posibles. Y sino, que la Patria se lo demande.

Belén Marty. Exclusivo para Cadena BA. 12/06/2016

Periodista,  Lic. en Comunicación Social (Univ. Austral), Maestrando en Economía y Ciencias Políticas (Eseade). Ex corresponsal Cono Sur y Cuba de Pamam Post.