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| 05-06-2016 | BALANCE | |||
| "El estado del Estado" detalla el desorden en la administración pública | |||
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El informe "El Estado del Estado" difundido por el Poder Ejecutivo Nacional, es un diagnóstico de la Administración Pública Nacional en diciembre de 2015, área por área. En una sÃntesis del trabajo, que es resultado de las auditorÃas realizadas en las distintas áreas de la administración pública, expresa que el Estado incrementó su tamaño y también sus recursos, pero mejoró menos de lo esperable su capacidad de proveer bienes públicos a la ciudadanÃa. Pone de relieve que las instituciones de la República, en lugar de controlar la gestión y prevenir hechos de corrupción, se emplearon en ocasiones como un instrumento en la lucha polÃtica a favor del oficialismo y fueron desmanteladas cuando se volvieron una amenaza para quienes ocupaban el gobierno. Detalla que en diciembre de 2015, el nuevo gobierno encontró en el Estado nacional una actitud ambivalente con respecto al empleo público. Si bien en los años anteriores la planta de personal en todos los niveles del Estado habÃa crecido sustancialmente -un 64%, de 2.200.000 a 3.600.000, entre 2003 y 2015-, la calidad, la productividad y la coordinación de esos empleos no mejoraron de ninguna manera notoria. ExistÃa un discurso a favor del empleo público desmentido por sucesivas gestiones que mantenÃan al empleo público en situación de precariedad, mal remunerado, mal organizado, en algunos casos como un sostén de militancia polÃtica y, en muchos otros, con pocas oportunidades de crecimiento para los muchos empleados que se tomaban en serio su servicio público y querÃan progresar profesionalmente. La carrera pública, por ejemplo -dice-, estaba completamente desactualizada y no contemplaba el mérito y el esfuerzo de cada trabajador. La capacitación del personal estaba desarticulada y no perseguÃa objetivos de crecimiento profesional dentro de la administración pública. Los plazos de los concursos públicos eran demasiado extensos: algunos de ellos llevaban abiertos más de dos años sin que se alcanzara el nombramiento del personal. De los alrededor de 217.000 empleados de servicio civil en la administración centralizada y descentralizada, más de 70.000 tenÃan contratos precarios, que debÃan ser renovados cada año a voluntad de sus jefes de área. No habÃa, además, ninguna coordinación: en diciembre de 2015 se localizaron en la Administración Pública Nacional 36 sistemas distintos de liquidaciones de sueldo y administración de personal. HabÃa, además, 13.635 personas con la edad requerida para jubilarse y no lo habÃan hecho, impidiendo de esta manera la renovación natural de cualquier organización y la aparición de oportunidades para los empleados más jóvenes. Consigna la existencia de empleados que cobraban y no asistÃan a su lugar de trabajo: en el Indec, por ejemplo, habÃa 30 personas contratadas que en los sistemas de presencia tenÃan un promedio de menos de dos horas por dÃa. En el Ministerio de Justicia habÃa 50 personas contratadas a quienes que se les pagaba un sueldo a pesar de que vivÃan en el interior y no tenÃan registros de ingreso al ministerio o ninguna otra oficina. En la Entidad Binacional Yacyretá, 130 personas contratadas no asistÃan a su puesto de trabajo. Otra práctica habitual -agrega- era la contratación de personas por su afinidad polÃtica para hacer trabajos casi exclusivamente de militancia polÃtica. En el Centro Cultural Kirchner, 600 personas contratadas no tenÃan conducción, programas de trabajo ni roles asignados. En el último trimestre de 2015, antes y después de las elecciones presidenciales, el Hospital Posadas contrató a 644 personas que no eran profesionales de la salud ni tenÃan tareas asignadas. El desorden y la falta de coordinación permitÃan que se generaran situaciones imposibles de mantener si la administración fuera más transparente o tuviera más controles. En la SecretarÃa de Comunicación Pública, por ejemplo, dependiente de la Jefatura de Gabinete de Ministros, habÃa 500 personas contratadas repartidas en apenas tres oficinas, sin tareas asignadas o con tareas superpuestas. En el Ministerio de Justicia se encontraron 500 personas contratadas a partir de junio de 2015 que no cumplÃan funciones especÃficas. En el Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas habÃa 97 personas contratadas con tareas superpuestas. La mitad de ellas, sin tareas asignadas. En el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA), 35 personas contratadas no tenÃan tareas asignadas. Como ejemplos probablemente menores, pero que reflejaban un estilo transversal a la Administración Pública, en lo que era el Ministerio de Planificación habÃa oficinas con un sólo teléfono y 10 telefonistas. En Jefatura de Gabinete, diez personas con la función de fotocopiado y una sola fotocopiadora. En Cultura, 30 personas hacÃan un solo clipping de noticias. Además, corrÃan por cuenta de universidades nacionales gastos corrientes de otras dependencias del Estado. Por ejemplo, el auto del ministro de Salud estaba contratado por la Universidad Nacional de Entre RÃos. El descontrol de la Administración Nacional -detalla el informe- se extendÃa con frecuencia a los servicios contratados y al pago -o impago- de esos servicios. En diciembre de 2015, por ejemplo, el Estado nacional debÃa más de 350 millones de pesos en facturas de telefonÃa fija y móvil y consumo de datos de Internet. HabÃa contratadas 62.000 lÃneas celulares, de las que 2.300 ya se dieron de baja y unas 20.000 están en análisis. La deuda con las operadoras móviles era de alrededor de 80 millones de pesos. Con las empresas de conexión a Internet, que gestionan los enlaces de los organismos públicos, la deuda era de 187 millones de pesos. A los proveedores de telefonÃa fija se les debÃan 83 millones de pesos. El informe se irá actualizando en los próximos meses, y su objetivo central es el de "identificar los desafÃos pendientes" a partir de los datos oficiales recolectados por la nueva gestión. "El estado del Estado" cuenta con 223 páginas y cumple, según expresa el texto, con la publicación de "todos los datos, área por área" sobre el estado de la Administración Pública Nacional en diciembre de 2015, con un saldo global que da cuenta de numerosas irregularidades ya expresadas en diferentes momentos, pero con detalles y precisiones. |