El pasado 1° de enero apareció sin vida el cuerpo de Jésica Emilia Uscamayta, una joven estudiante de Periodismo y militante social. El caso cobró notoriedad porque la muerte se produjo en una fiesta de fin de año "clandestina" y sin "habilitación municipal", pero que durante días había sido ampliamente promocionada por las redes sociales y a la que asistieron alrededor de 3 mil personas. 

Frente al escándalo por la muerte de Jésica, la justicia abrió una causa por "homicidio culposo" imputando a los organizadores del evento. Se trata de Raúl Ismael García, coordinador de turismo, el dueño de la quinta Carlos Bellone y los empresarios de boliches Santiago Piedrabuena y Gastón Haramboure. Este último, uno de los culpables del asesinato de Juan Andrés Maldonado en 2009.

Al respecto, la referente del Frente de Izquierda de La Plata, Luana Simioni, declaró: "Hasta el momento se ha visto como los empresarios de la diversión, amigos del actual intendente Garro, han sostenido una fiesta sin ninguna medida de seguridad básica y con total impunidad. Hombres como Gastón Haramboure, culpable de la muerte de Juan Maldonado, han actuado y enriquecido en estos años con la complicidad de los distintos gobiernos municipales de la región" y agregó que "se debe investigar la cadena de complicidades que hubo para que ocurra este hecho tan lamentable, no sólo de los empresarios de la noche platense, sino de la complicidad municipal y policial".

Por su parte Zulma Maldonado, hermana de Juan Andrés Maldonado y referente del FIT en Berisso denunció que "Gastón Haramboure fue condenado a 10 años y 8 meses de prisión por la muerte de Juan en la puerta del boliche Alcatraz de Berisso. El 9 de agosto de 2009 este mafioso salió con un bolso con armas del boliche y se las repartió a Ariel Evrett, Felipe Garaña Morales y Fabián Gianotta quienes terminaron con la vida de mi hermano que no hacía otra cosa que intentar volver a su casa".

"Pasaron 6 años del asesinato de Juan -prosiguió- y la impunidad de los empresarios con los funcionarios sigue intacta. Son parte de un aparato del Estado que pone todo en función del lucro capitalista, incluso la muerte de nuestros jóvenes si es necesario, para que los empresarios sigan llenando sus bolsillos".

Para finalizar, Zulma señaló que "hoy vienen mil recuerdos y son muchos los puntos en común, veo la continuidad de la 'formula de impunidad' con la que este sistema nos mata y nos oprime. Para la juventud trabajadora represión, explotación, muerte y miseria; para los poderosos enormes negociados e impunidad".