Mientras termina de diagramar la ingeniería electoral de la alianza con el PRO y la CC, el radicalismo reunirá a sus convencionales para completar lo iniciado tres meses antes en el trunco encuentro de Arrecifes, un simple paso formal para ratificar en la provincia lo resuelto a nivel nacional en la Convención de Gualeguaychú respecto de las políticas de alianzas.

Pero antes el partido deberá definir el panorama interno eligiendo a las nuevas autoridades de la Convención bonaerense, cuyo mandato viene siendo prorrogado desde fines del año pasado. En este panorama, hay cuatro grupos en pugna: el Morena, de Ricardo Alfonsín; Modeso, liderado por Leopoldo Moreau, CON de Federico Storani y el sector interno liderado por el intendente de San Isidro, Gustavo Posse.

La Convención de Gualeguaychú modificó completamente el escenario interno del radicalismo bonaerense, rompiendo las alianzas preexistentes y generando un nuevo equilibrio de fuerzas. En este panorama, Alfonsín buscará seguir controlando la Convención pero el Modeso avisó que dará pelea, mientras que el CON, el sector más ligado al titular del radicalismo nacional Ernesto Sanz, perdió en solo tres meses la fortaleza que lo llevó en Arrecifes a obligar una retirada del Morena.