29-04-2024
"Las Taser, el próximo problema para la seguridad de la sociedad porteña" por Adrián Albor (*)
Al desconocimiento de cuáles son las funciones de nuestra Policía Metropolitana, se suma a la duda, Taser, sí, Taser, no.
 
El reciente fallo del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, que revoca los fallos de las instancias anteriores en cuanto ponían freno a la adquisición de armas denominadas "no letales" (que proyectan dardos con cables que conducen electricidad a su víctima), nos lleva a tener que expresar nuestra preocupación.
 
Más allá de los argumentos meramente formales del tribunal, lo cierto es que ya se vislumbra el perfil de esa policía, que no está aún preparada para darnos seguridad, sino que es empleada para custodiar las irregularidades de los funcionarios porteños, cuando no ya la comisión de delitos por los mismos (Vgr.: la destrucción del Taller Protegido del Borda). Una policía que no detiene al asesino, sino que despeja la calle de una manifestación...

Y es del caso señalar que no se trata de la máxima del que puede lo más, puede lo menos (en el sentido de que si pueden tener armas de fuego, por qué prohibir las no mortales), sino que se advierte que so pretexto de la no letalidad de los dispositivos, es factible augurar una liviandad a la hora de decidir entre reducir a un sospechoso con las manos o con la picana. Y se trata de eso... de elegir entre estar preparado para la aplicación de una mínima articulación de fuerza física o picanear a una persona hasta que quede inconsciente.
 
La dicotomía no será: le pego un tiro o le doy con la "Taser", en cuyo caso correspondería retirar las armas reglamentarias y reemplazarlas por las picanitas. La disyuntiva será: la reduzco con mis manos o lo pongo en coma con electricidad.
 
Y además del plano fáctico, no podemos soslayar el aspecto simbólico... Vivimos en un país en el que las fuerzas de seguridad se valieron de este tipo de dispositivos para torturar detenidos, buscando información y obligando a la venta falsa de propiedades y empresas.
 
Esperemos que este fallo sea revocado por la Corte Suprema, para que de una vez por todas SEA JUSTICIA.

(*) Abogado