La resolución fue adoptada esta tarde por el juez de instrucción Luis Zelaya y de esta manera el imputado continuará detenido en el Complejo Penitenciario de Ezeiza.

La figura por la que fue procesado establece una pena de prisión o reclusión perpetua para quien matare "por placer, codicia, odio racial, religioso, de género o a la orientación sexual, identidad de género o su expresión".

Para el juez Zelaya, el móvil del asesinato fue, según la resolución, el "profundo odio" que Azcona siente hacia el género femenino, lo que quedó establecido en los rasgos de misoginia que fueron descriptos en el peritaje psicológico que le practicó al acusado el Cuerpo Médico Forense.

Fuentes judiciales informaron que el juez no calificó con la figura del "femicidio" , porque en estos casos debe existir algún grado de conocimiento o relación previa entre la víctima y el acusado, lo que no pudo probarse en este expediente.

Para el juez, está probado en cambio, que Azcona estaba en la madrugada del 15 de julio pasado a la búsqueda de una víctima con un parámetro físico determinado, de género femenino y que estuviera en soledad.

De acuerdo a la resolución, Azcona vió a la estudiante chilena cuando salía por la boca del subte en la estación Castro Barros a una distancia aproximada de 25 metros, y allí es cuando tomó la decisión de asesinarla.

En el auto de procesamiento el juez hizo consideraciones respecto a la imputabilidad de Azcona. Para el magistrado, Azcona pudo comprender la criminalidad de los hechos e incluso pudo haber desistido voluntariamente de matar.

Entre las pruebas incriminatorias está el análisis de ADN que dio positivo con cuatro manchas de sangre halladas en la escena del crimen, y declaraciones testimoniales tomadas en la causa.