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27-10-2014 | EN ARGENTINA CADA 30 HORAS UNA MUJER ES ASESINADA | |||
Bordan las historias de vÃctimas en pañuelos para crear conciencia sobre los femicidios | |||
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La organización que viene llevando a cabo esta tarea se llama Bordamos por la Paz-Córdoba, quienes una vez finalizado el trabajo tienden en hilera los pañuelos ya terminados. Esa actividad ofrece también oportunidad de dimensionar la magnitud del problema al tiempo que se le pone nombres propios. "Cuando los colgamos, la gente se acerca a leer y algunos piden pañuelos para bordar con nosotros. Nos sorprende pero tenemos mucha repercusión", contó a Télam Claudia Abichain, una de las integrantes de Bordamos por la Paz-Córdoba. El grupo, formado mayoritariamente por artistas a los que se suman cada domingo transeúntes o personas que acuden a la convocatoria por las redes sociales, funciona en Córdoba desde 2012, cuando surgió la inquietud de replicar en esa ciudad la experiencia de la agrupación pacifista mexicana Fuentes Rojas. Por eso, en una primera etapa los bordados se referÃan a algunos de los cientos de miles de mexicanos asesinados como consecuencia de la sangrienta guerra contra el narcotráfico en el paÃs del norte, pero luego la actividad adoptó una mirada más local y los pañuelos producidos en Córdoba empezaron a reflejar los casos de los nietos apropiados durante la dictadura militar y aún no recuperados. Ahora la temática volvió a cambiar y los textos comenzaron a enfocarse en femicidios ocurridos en la provincia de Córdoba, inspirándose en la tarea que lleva adelante la organización mexicana "Bordamos femicidios", una escisión de Fuentes Rojas. "En Córdoba hay mucha violencia policial, la situación es bastante crÃtica, pero no hay un registro fÃsico de donde se puedan tomar los casos y no podemos bordar sin verificar, porque nuestro trabajo es muy serio y necesita un respaldo. El tema de los femicidios también siempre estuvo dando vueltas, y ahà sà hay registro porque los casos salen en los medios", contó. Antes de empezar a bordar, la agrupación comenzó por confeccionar una base de datos de todos los casos de muerte por violencia de género ocurridos en la provincia y ese listado ya está completo para los años 2012, 2013 y lo que va de este año. "En base de cada noticia se arma el texto, que incluye el nombre de la vÃctima, la fecha, lugar, quién fue su asesino y cuál era el vÃnculo que los unÃa. Todo eso después se borda en color violeta", que es el color con el que se identifica a lucha contra la violencia machista. Uno de los pañuelos ya bordados, dice, por ejemplo: "Mirta Lorena UrquÃa, 34 años. Asesinada por su marido, MatÃas, el 9/9/14 en Cruz del Eje" En Argentina, cada 30 horas se produce un femicidio, según el informe "Por ellas" elaborado por La Casa del Encuentro el año pasado, que ubicó a Córdoba como la tercer provincia con mayor número de casos -después de Buenos Aires y Santa Fe-, con 100 femicidios entre 2008 y 2012. "Es una performance tristÃsima. No sé qué pasa en Córdoba, me parece que tiene que ver con que la policÃa suele ser reacia ante las denuncias y las minimiza; la justicia actúa con lentitud y no hay un protocolo de acción para darles una ayuda rápida a estas mujeres", dijo. Tras asegurar que lo de Bordamos por la Paz "no es solamente poesÃa", Abichain explicó que "se trata de aportar un pequeño granito de arena" para prevenir los femicidios, a través de una actividad que resulta "muy conmovedora", sobre todo para quienes arman los registros o se animan a tomar aguja e hilos. "Hay que ver lo que ocurre cuando uno borda un nombre, la conciencia que se toma; tiene que ver con preguntarse, indagarse y preguntar sobre la vida de esa mujer y de tantas. Es una forma de vincularse, pero también de volver a poner en acto a esa persona, actualizarla, traer a un lugar público la voz de una mujer silenciada por la muerte", concluyó. El objetivo principal de Bordados por la Paz es entonces, lograr "un acercamiento simbólico a cada una de las tragedias personales" a partir de una actividad ancestral que potencia la introspección, la atención y la calma; creando un espacio propicio para compartir historias, reflexiones, silencios y lágrimas. El pañuelo de por sà ya tiene una enorme carga simbólica que no es ajena al proyecto, pues remite a las lágrimas, a despedidas pero también invita a la tregua, al diálogo. Además es imposible no relacionarlos con los pañuelos de las Madres de Plaza de Mayo, bordados con el nombre de sus hijos desaparecidos. La idea de formar un grupo de bordadores cordobeses, a imitación de lo que ocurre en ciudades de otros 14 paÃses, la trajo de México la joven investigadora y documentalista teatral cordobesa Daniela MartÃn. "En junio de 2012 hice mi primer viaje, de vacaciones. Pero el último dÃa, caminando por una de las peatonales del DF, me encontré con una señora bordando y pañuelos colgados. Me impactó tanto la escena que me quedé leyéndolos, uno más desgarrador que otro. Entonces le traje la idea de hacerlo acá", explicó. Actualmente hay grupos activos de bordadores por la paz en México, Inglaterra, Canadá, Puerto Rico, España, Italia, Francia, Japón, Guatemala, EE.UU., Perú, Honduras y Chipre. En Argentina, el único grupo es el cordobés. |