El que salió mucho más encendido fue el elenco local, quien tenía como única intensión aprovechar la localia para propinar el primer golpe. Así fue que apenas a los 50 segundos generó una ocasión de real peligro con un disparo cruzado de Diego Vera, que se fue rozando el palo izquierdo de un ya vencido Pablo Migliore. Tras ese prematuro aviso, no demoró en llegar el 'puñetazo'. Fue a los once minutos cuando apareció Joaquín Correa para despacharse con un furioso bombazo y decretar el 1-0.

Luego de unos minutos de excesiva lucha y rispidez, el 'Pincha' volvió a enfocarse en intentar dañar a su rival y dilapidó una increíble ocasión a los 21 minutos cuando Guido Carrillo pareció tropezarse solo y no pudo empujar la redonda al fondo de la red. Con Correa probando constantemente, los de Pellegrino estaban perdonando a un adversario que la estaba sacando bastante barata. Recién en los minutos finales pareció acomodarse un poco mejor la visita y logró no ser superado con tanta claridad, aunque lejos estuvo de acercarse a una igualdad.

En el complemento la visita seguía sin mostrar mucha reacción, por lo que Jorge Fossati buscó respuestas en el banco. Y vaya si la encontró. Mandó a la cancha a Fabián Estoyanoff y en la primera que tocó avisó que algo iba a suceder: desequilibró por izquierda (con caño incluido) y sacó un remate al arco que fue desviado con lo justo al córner. Y cinco minutos después no perdonó. El 'Lolo' se hizo cargo un de tiro libre a distancia y sacó un violento disparo que terminó en el fondo de la red ante una desorganizada defensa 'albirroja' que nada hizo para desviar lo que terminó siendo el empate.

Dicho inesperado golpe pareció despertar a un Estudiantes que durante un breve lapso pareció ser el mismo incisivo equipo de la primera etapa. Sin embargo, las intenciones se fueron esfumando rápidamente y hasta casi sufre más aun cuando el propio Estoyanoff casi lo da vuelta. Poco a poco el local pareció sumergirse en el desconcierto y se fue quedando sin ideas como para recuperar la ventaja. Tal era el asombro que hasta perdió una pelota en ataque que casi termina en una letal contra que dilapidó Nandez.

Pero cuando el duelo se esfumaba con una igualdad que parecía ser lo más justo por lo hecho en cada tiempo por los protagonistas, una infantilidad cambió el rumbo. Ya se jugaba el tiempo de descuento cuando el ingresado Jonathan Sandoval le cometió una innecesaria infracción dentro del área a Matías Aguirregaray que Guido Carrillo termina cambiando por gol para sentenciar el 2-1 final.

Pese al sinsabor con que quedó la visita y la inyección anímica para el local, una llave por demás abierta quedó de cara a lo que será la revancha del miércoles que viene en Uruguay (se medirán a partir de las 19).