Presentan "JUNIORS" de Braillard y Morosi en el Colegio Nacional de La Plata
18-07-2025
01-10-2014 | a 10 años de la masacre de Carmen de Patagones
Presentan "JUNIORS" de Braillard y Morosi en el Colegio Nacional de La Plata
Este jueves 2 a las 18.30 se presentara "JUNIORS. La historia silenciada del autor de la primera masacre escolar de Latinoamérica", de Miguel Braillard y Pablo Morosi, en el Colegio Nacional Rafael Hernández de La Plata. Complementa la nota, un texto del libro y una crónica de Morosi, haciendo un raconto de hechos escolares violentos.
El próximo jueves 2 de octubre, a las 18.30 hs se presentará "JUNIORS. La historia silenciada del autor de la primera masacre escolar de Latinoamérica", de Miguel Braillard y Pablo Morosi. La actividad se desarrollará en el Salón de Actos del Colegio Nacional Rafael Hernández, 1 y 49. Y es abierta a todo público.

La presentación de esta investigación periodística estará acompañada por una charla que realizarán los autores con estudiantes del último año del Colegio Nacional en la misma mañana del jueves.

 "La idea es poder exponer el fruto de nuestro trabajo para contribuir a la memoria de este trágico episodio a la vez que concientizar sobre la necesidad de disminuir los niveles de violencia en la sociedad", señaló Morosi.

"JUNIORS..." es una obra cuyo eje vertebrador lo constituyen los expedientes judiciales y administrativos iniciados el 28 de septiembre de 2004. Ese día en una escuela de Carmen de Patagones un adolescente de 15 años ingresó con un arma de fuego y disparó contra sus compañeros matando a tres e hiriendo a otros cinco. En la investigación se incorporan también entrevistas con protagonistas, testigos directos, docentes, profesionales y funcionarios lográndose reportes y testimonios desde otra perspectiva, aquella que se configura diez años después.

El 28 de setiembre de 2004, Rafael Juniors Solich, de 15 años, ingresaba al aula de su escuela y mataba a tiros a tres compañeros y hería a otros cinco. Fue declarado inimputable por ser menor, y pasada una década, su vida transcurre entre su casa y una clínica psiquiátrica bajo supervisión de la justicia. El libro que acaba de salir y lleva su nombre revela la historia silenciada de su derrotero y el dolor de las víctimas.

En la exploración llevada adelante por los autores se revelan aspectos cotidianos de la vida de Rafael Juniors Solich en busca de intentar de desentrañar la compleja estructura social, individual y familiar del adolescente autor del múltiple crimen y sus razones. En esta instancia se le develará al lector las particularidades vinculadas al origen de la primera masacre escolar en Latinoamérica. Es el primer libro que forma parte de la colección "Desde el otro lado" de la editorial Letras del Sur.

Aquel trágico 28 de setiembre de 2004, comenzaba la leyenda de la "masacre de Patagones" cuando Juniors ingresó al aula de la Escuela Islas Malvinas de Carmen de Patagones, provincia de Buenos Aires, con la pistola Browning de su padre -Rafael, suboficial de Prefectura Naval- y disparo sin miramientos a sus compañeros de aula, matando a tres: Federico Ponce, Evangelina, Miranda y Sandra Núñez; e hiriendo de gravedad a cinco: Pablo Saldías, Rodrigo Torres, Natalia Salomón, Nicolás Leonardi y Cintia Casasola, que milagrosamente salvaron sus vidas.

Hoy, 10 años despùés; Juniors vive muy cerca del Río de la Plata, en una zona cercana a Ensenada, donde trabaja su padre, y suele caminar por sus orillas, como solía hacerlo en Patagones. El diagnóstico en el que más coincidieron los especialistas que lo trataron hasta ahora, es que sufre de "Trastorno de personalidad". Ahora, monitoreado por la justicia, "camina entre nosotros", señalan los autores del libro..

"Juniors"

Diálogo entre la jueza Ramallo y Juniors, luego de hecho.

- Hola. ¿Cómo estás? Me llamo Alicia. Soy la jueza que va a trabajar con vos por lo que hiciste. ¿Te sentís bien? ¿Me querés contar qué pasó?

- Eh… algo me acuerdo… No, no sé, en realidad fue todo muy rápido…
- ¡Pero, qué barbaridad, querido! ¿Te das cuenta de lo que hiciste a tus compañeros? ¿Sos consciente de la gravedad de los hechos?

- Sí, sí… bah, no sé…

- ¿Cómo te sentís… estás angustiado?

- …Sí… -respondió, seco.

- Es terrible,… ¿supongo que estarás arrepentido?

- Y,… sí.

- Bien, Juniors, aunque no estás obligado, es importante que si tenés ganas, nos cuentes lo que te pasó a vos.

- … Cuando papá salió con mamá me metí en la pieza y saqué la pistola y los cargadores.

- ¿El arma estaba cargada?; inquirió la secretaria.

- … -asintió con la cabeza.

- ¿Y después, qué pasó, te fuiste a dormir así nomás?

- No… no dormí nada…

- ¿Por qué? ¿Estabas nervioso?

- …Tenía escalofríos. Estaba medio descompuesto…

- ¿Y qué hiciste a la mañana siguiente?

- Salí a las siete, me fui caminando a la escuela…

- ¿Qué pensabas en el camino?

- …Nada…

- ¿Qué hiciste cuándo llegaste a la escuela?

- Entré y me fui a formar en la fila para subir la bandera…

- ¿Le mostraste el arma a alguien? -inquirió la jueza.

- La pistola no… -Juniors hizo un largo silencio-… el cuchillo se lo mostré a Dante…  un compañero, reveló.

A cuentagotas, relató que se sentó solo en el primer banco y que una vez que pasaron sus compañeros se puso de pie y caminó hasta el pizarrón. Dijo que se paró de frente al curso y extrajo el arma. Que ya estaba para disparar. Que vació el cargador. Que salió al pasillo y recargó. Que le disparó a un señor. Que no oyó voces, gritos ni ruidos. Que no era él.

- ¿Por qué lo hiciste? -le preguntó la jueza pidiéndole por cuarta vez que levante la vista y la mire a los ojos.

- …

- ¿Estabas enojado?

- Sí.

- ¿Con tus compañeros?

- Sí -susurró.

- ¿Con tu familia?

- …también…

- ¿Por qué estabas enojado con tus compañeros?

- Me molestan… siempre me molestaron, desde el Jardín…
Desde séptimo grado que pensaba en hacer algo así, dijo.

- ¿Y cómo es que te molestan?
- …Y, me cargan. Dicen que soy raro… me joden porque tengo este grano en la nariz…

- ¿Y con tu familia?

- Tuve una pesadilla: yo agarraba un cuchillo y apuñalaba a mi papá. Pero él no se moría, me preguntaba por qué lo había hecho y yo le tiraba una silla y salía corriendo.

"La primer masacre escolar" por Pablo Morosi 

Cuando el 28 de septiembre de 2004, Rafael Juniors Solich, de 15 años, ingresó armado al aula de la Escuela de Enseñanza Media N° 202 Islas Malvinas de Carmen de Patagones, en el sur de la provincia de Buenos Aires y mató a tres de sus compañeros e hirió a otros cinco, inauguró las masacres escolares en la Argentina. Tampoco existían, hasta ese momento, antecedentes de casos similares en Latinoamérica.

Episodios semejantes sólo registraban precedentes en sociedades lejanas. En Littleton, una ciudad del estado de Colorado, Estados Unidos, se produjo una de las masacres más difundidas en todo el mundo: allí, el 20 de abril de 1999, dos estudiantes de Columbine High School mataron a 13 personas, hirieron a otras 24 y luego se suicidaron. Desde entonces hubo decenas en diferentes puntos del planeta.

Aquí no había registro de un crimen múltiple dentro de una escuela. Algunos hechos, empero, pueden mencionarse como preanuncios: En mayo de 1997, Leonardo Aguirre, de 14 años, le robó el arma reglamentaria de la Gendarmería Nacional a su padre con la que mató a su compañero Cristian Fernández, en un salón de la Escuela Media N° 2 de Burzaco. Luego, en agosto de 2000, se produjo el caso del tristemente recordado "Pantriste", tal como apodaban a Javier Romero, de 19 años, que, harto de las burlas de sus compañeros, descerrajó un tiro sobre la cabeza de Mauricio Salvador, de 16, a pocos metros de la Escuela de Enseñanza Media Nº 9 del barrio San José de Rafael Calzada, en Almirante Brown. Aguirre resultó sobreseído por su edad; Romero fue declarado inimputable durante un juicio oral en el que los peritos concluyeron que sufrió un "episodio psicótico breve" como consecuencia de su personalidad esquizoide.

Juniors, como todos los conocían, también fue absuelto. La jueza de Menores Nº 2 de Bahía Blanca, Alicia Ramallo, a cargo originalmente del caso, dispuso declarar su sobreseimiento a las pocas horas de haber cometido el múltiple crimen.