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05-09-2014 | En presentación del libro “Lo que el agua no encubrió” | |||
Soledad Escobar cruzó a Casal, Falbo y dijo “tenemos que volver a levantar las banderas del Nunca Más” | |||
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El libro escrito por Soledad Escobar y Gabriel Prósperi fue presentado en la sala Dardo Rocha del Rectorado de la Universidad Nacional de La Plata. Los autores estuvieron acompañados por el Juez en lo Contencioso Administrativo, Luis Federico Arias. Otras figuras que estuvieron presentes fueron el fiscal y director de la Agencia Territorial de Acceso a la Justicia, Julián Axat y el presidente del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº1 de La Plata, Carlos Rozanski.
Frente al público presente, conformado por un importante número de familiares de víctimas de la tragedia del 2 de abril, los autores de la investigación tomaron la palabra y destacaron que el punto mas fuertes de su trabajo es que los mecanismos de ocultamiento de datos son los mismos que se llevaban a cabo durante la dictadura cívico-militar para mantener a la sociedad al margen de la verdad de la desaparición de personas.
Soledad Escobar contó durante los días posteriores al temporal de 2013, "en un arranque de furia, tomé mi celular como grabador y me metí en las comisarías porque tenía la certeza de que estaban mintiendo", y señaló "la verdad no estaba en lo que decía el Poder Ejecutivo Provincial; la verdad estaba en los vecinos que lo vivieron".
La autora dio detalles de las irregularidades que se produjeron durante la investigación posterior a la inundación y de las incongruencias en los informes que daban los funcionarios provinciales acerca de la situación. Además recordó que participó de la presentación del libro de la referente de Madres de Plaza de Mayo, Adelina Dematti de Alaye, sobre la falsificación de informes médicos durante la última dictadura cívico-militar, y expresó "me causa impresión las similitudes que existen entre ambas investigaciones".
"Cuando lo conocí al doctor Arias me pregunté '¿este hombre es un juez?'", expresó Escobar, y agregó "ver un juez con la sensibilidad de Arias me llenó de esperanza, porque si el sistema cambia, pueden haber muchos jueces más como él".
"Hay llamadas de emergencia al 911 que pudimos rescatar, donde vemos que los mismos policías informaban que había muertos en las calles que después no aparecieron en ningún registro, o testimonios de gente que vio cadáveres y luego no aparecían en ningún lado", precisó Escobar sobre los casos de personas que no fueron contabilizadas como víctimas. También relató el caso de una enfermera del Hospital Gonnet, donde la policía llevaba cuerpos de víctimas fatales pero no dejaba que sus datos sean computados porque no le correspondía a esa institución. "Esta enfermera se reveló y comenzó a registrar los datos de los fallecidos, pero lo que debemos preguntarnos es cuántas personas habrán llevado los días anteriores cuando no estaba esta enfermera", indicó sobre la cuestión.
La investigadora resaltó el mal accionar de varios funcionarios, entre ellos el de la procuradora general de la Provincia, María del Carmen Falbo, quien no realizó las debidas autopsias a las víctimas. A su vez, responsabilizó al entonces ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal, de haber brindado información incorrecta e insuficiente sobre las personas que habían perdido la vida.
La autora apuntó contra las declaraciones de la procuradora general de la Provincia, María del Carmen Falbo, en el Senado de la provincia de Buenos Aires, donde dijo justificó que no se realizaran autopsias "porque la gente quería velar a sus familiares y enterrarlos" y no realizar ese procedimiento. "La Procuradora debe velar por el cumplimiento del Código Procesal Penal, porque si no todos nuestros derechos pueden ser vulnerados", remarcó Escobar.
También señaló al entonces ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal, que había declarado en el Senado provincial que hubo problemas con una víctima de la inundación que era de Lomas de Zamora, pero que, según Escobar, "ni en sus propios registros aparecía alguien de esa ciudad".
"Mientras que las cifras aportadas por el Poder Ejecutivo mediante comunicados de prensa eran de 51 víctimas, -prosiguió- todos sabían que la realidad distaba ampliamente, siendo 89 las víctimas comprobadas, 16 los casos dudosos y 2 los niños que planteaban interrogantes en cuanto a sus identidades".
"Ya han pasado casi cuarenta años de la dictadura, y todavía se siguen viendo estas cosas", dijo la autora y consideró "no podemos permitir que este sistema siga funcionando de esta manera" y al respecto enfatizó "desde el regreso de la democracia hemos dicho 'nunca más', y debemos hacerlo porque estos núcleos que vienen trabajando desde los tiempos más oscuros de nuestra historia, siguen utilizando los mismos mecanismos que la dictadura".
El coautor de "Inundados La Plata. Lo que el agua no encubrió", Gabriel Prósperi, agradeció a Soledad Escobar por "su valentía, que no se encuentra fácilmente", y a los familiares de víctimas de la inundación "que abrieron su corazón para contarme en persona lo que les pasó".
"Hoy en día, el periodismo está hecho de operaciones, circo y show, por eso es importante rescatar esta investigación", dijo Prósperi, y explicó que el trabajo que realizaron "implicó riesgos porque hay alguien que quiere ocultar algo y hay otro que quiere revelarlo".
También consideró que el libro es un homenaje a las víctimas del temporal y "un aporte a la reconstrucción de la memoria histórica". "Muchos de los que ya no están, probablemente hayan salido a sus patios o a la calle para ver una inundación más de las tantas que hemos tenido. Y quién dice que no nos toque ver una inundación más y haya quienes salgan a las calles a ver una más: no merecen quedar en el camino", concluyó Prósperi.
Por su parte el juez Arias comenzó su ponencia vinculando el título del libro a la idea del encubrimiento de una "mentira oficial" que el agua no pudo borrar. "No se por qué razón en un momento se paró el conteo de las víctimas, desconocemos la motivación, pero si podemos afirmar que en determinado momento hubo maniobras de ocultamiento". En ese sentido recordó el accionar del intendente de La Plata, Pablo Bruera, cuando mintió que se encontraba en la ciudad, cosa que luego se supo no era cierta.
Luego, el juez Luis Arias, destacó la importancia del libro porque "deja expuestas muchas situaciones que fueron esclarecidas pero que no tuvieron la suficiente difusión, porque la prensa ha fijado su agenda en el número, pero no en las víctimas y sus historias".
"El agua no pudo encubrir la mentira oficial; la mentira quedó expuesta rápidamente", expresó Arias, y sostuvo "no sabemos por qué se detuvo el conteo de víctimas, pero sí estamos seguros de que en determinado momento, no solo dejaron de computarse víctimas, sino que hubo maniobras de ocultamiento".
El juez en lo Contencioso Administrativo, quien determinó que el número de víctimas era mayor a las 51 del registro oficial y que podía ascender a 89, explicó que todavía no hay seguridad sobre el número real de fallecidos. "Entre los casos dudosos, hay dos niños que desaparecieron en la zona del Arroyo El Gato, y que el Ministerio de Seguridad de la Provincia dijo en determinado momento que aparecieron con vida y estaban con su padre", dijo Arias y agregó "Soledad Escobar fue a visitar al padre de los niños, y le dijo que de ninguna manera esos chicos eran sus hijos".
También recordó un procedimiento que llevó adelante en Berisso, donde debían secuestrar información del Registro de las Personas, "que tenía puertas de vidrio y podíamos ver que los empleados se escondieron atrás de los escritorios para no abrirnos, hasta que llegó una pareja acompañada de sus familiares para casarse". "El afán de mantener la mentira los llevó a realizar acciones increíbles", manifestó.
Además, Arias se refirió a la pericia de la morgue policial del cementerio platense, donde encontraron un fallecido registrado dos veces con el mismo nombre, entre otras irregularidades. "Fíjense en la vulnerabilidad del sistema: uno no puede registrar un auto dos veces, o una casa, pero sí puede hacerlo con la muerte de una persona", sostuvo.
"Los gobiernos pasan, pero las estructuras policiales, judiciales y también mediáticas quedan; debemos transformar esas estructuras, por eso es importante este libro", concluyó Arias.
Una vez finalizado en evento, Soledad Escobar en un breve diálogo con Cadena BA, disparó "este es un libro militante para poder cambiar las cosas".
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