El día después de haber recibido la noticia por la que luchó por más de 36 años, la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, dijo que aún no tiene fecha de encuentro con su nieto Guido, cuya identidad se restituyó formalmente este martes ni ha hablado personalmente para que se traslade desde Olavarría, donde reside, porque no quiere "forzar ninguna situación sino acompañar el proceso interno" del hombre.

Sí reveló que su hija Claudia mantuvo contacto telefónico fluido con Ignacio Urban, tal es el nombre de este músico que vive en Olavarría y que a poco de nacer en un centro clandestino de detención fue arrebatado del lado de su madre biológica, que poco después fue asesinada.

"No hablé por teléfono con él porque no quiero forzar ninguna situación. Mi nieto está bien. Habló durante el día de ayer varias veces con Claudia (su hija) y dijo que va a venir pronto. Nos vamos a conocer", dijo Carlotto, para apuntar visiblemente emocionada que Ignacio "preguntó cómo está Estela", por ella.

La mujer que se convirtió en un emblema internacional de lucha, volvió a agradecerle a la vida por el "regalo" de hallar al hijo que le quitaron a su hija Laura  antes de matarla. Por lo delicado de la situación, dijo que respetará el "proceso interno" del hombre para que se acerque a conocerla a ella.

Ante el inminente encuentro histórico, Estela afirmó "estamos reunidos todo el tiempo la familia, ayer nos sacamos una foto y queríamos mandársela, pero no lo quisimos asustar, hay que esperar, esperamos tanto que hacerlo un poco más con esta felicidad, bien podemos".

Sobre la vida que llevó Urban en Olavarría con su familia adoptiva, Carlotto fue cautelosa  al sostener: "es todo una incógnita, sabemos que es gente de campo y que (a Guido) se los llevó alguien de acá de La Plata, porque no podían tener sus hijos, y lo deben haber criado en el campo, bien, a lo mejor gente que ignoró totalmente. Eran peones, creo. Gente muy buena. Porque si él es bueno y está bien es porque algo hubo. Si hay o no responsabilidad no es asunto mío, es de la Justicia".

Por último, dejó en claro que continuará con la labor de Abuelas, para que "otras puedan tener la alegría que tengo yo y por el derecho a la identidad" de los bebés robados y apropiados en dictadura.