Las declaraciones de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner diciendo en tono de broma que apuraba la presentación de unidades del tren Sarmiento para que "no venga la próxima formación y nos lleve puestos a todos", generó la reacción de los familiares de las víctimas del choque de trenes en plaza Once ocurrido hace 22 meses, que dejó 52 muertos y más de 700 heridos.

Al realizar el acto de recuerdo a los muertos, los tradicionales voceros de los familiares consideraron "lamentables" y "tristes" las declaraciones de la jefa de Estado. "Fue una frase desafortunada de la Presidenta, por eso duele", dijo Paolo Menghini, padre de Lucas, el último de los jóvenes hallado muerto en el fuelle de la unidad que chocó a otra en el incidente.

Por su parte, la madre de Lucas, María Luján Menghini Rey, dijo que en el acto de CFK y el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, "abundaron las frases desafortunadas, con ironías y con un dudoso sentido del humor", porque "no repararon" en la tragedia que ocurrió hace casi 2 años y medio en esas vías.

"La primera mandataria dijo que ya nadie podría viajar en los estribos o con las puertas abiertas por ser valientes. Señora Presidenta, esas actitudes siempre fueron producto de un tren colapsado por falta de mantenimiento y con pasajeros hacinados. Las puertas abiertas por la gente colgada, fueron son y serán el producto del abandono del Estado a los pasajeros", sostuvo la mujer.

Para finalizar, Menghini Rey celebró que "lleguen trenes nuevos", pero lamentó que "esto sirva para no asumir responsabilidades sobre la tragedia porque duele".  "Murieron 52 personas y recién ahí decidieron hacer algo, es un costo altísimo. Desde 2003 en adelante hubo un contexto económico que le hubiese permitido hacer algo, pero no hicieron nada", sostuvo la madre de Lucas.