La delegación argentina se encontrará con una novedad tan previsible como preocupante cuando mañana vayan a la audiencia convocada por el juez de Nueva York, Thomas Griesa, para acordar propuestas de pago a los bonistas que no entraron al canje de deuda y tienen fallos favorables para cobrar 1.330 millones de dólares de contado y sin descuento, monto que si se abona voltea todos los canjes de 2005 a la fecha elevando la deuda a más de 15.000 millones. La última novedad da cuenta de que NML Elliot, el fondo buitre más importante que litiga con el Estado, pidió a la justicia de EE.UU que gestione el embargo de activos Chrevrón e YPF en el exterior, con la intención de meterse en el acuerdo de ambas firmas para trabajar en el yacimiento de Vaca Muerta.

Que la intención de muchos fondos de inversión es en rigor ir por los recursos naturales y el combustible argentino, usando como excusa la deuda acumulada, no es novedad; pero llama la atención que se lo explicite inclusive en sedes de tribunales de EE.UU, los cuales casualmente son la jurisdicción que rige los acuerdos de reestructuración de la deuda argentina.

Comienza otra semana decisiva en el conflicto por la crisis de la deuda. Esta vez ante la amenaza del avance inexorable del calendario. Sucede que corren los días, se suceden las reuniones y se acerca el temido 30 de julio, fecha en la que termina el tiempo de gracia que tiene la Argentina para entablar alguna vía de negociación con los holdouts sin caer en default.

Concretamente, el fondo que conduce Paul Singer hizo gestiones en los tribunales de San Francisco para que jueces de California avancen en eventuales embargos contra YPF o su socio en Vaca Muerta, la norteamericana Chevron. El argumento del fondo es esta última firma es la socia estratégica del estado argentino y ante la posibilidad de que este último entre en default de pago, debe asegurarse el cobro tomando activos de la compañía por el valor equivalente a la deuda y las costas e intereses; de concretarse esto, las inversiones en Vaca Muerta quedarían en suspenso o por lo menos ensuciadas por el litigio.

Según trascendió, la idea de este fondo buitre es que si mañana el juez Griesa no avala el pedido argentino de reinstalar el "stay" (amparo) y ratifica la posibilidad de embargos a la Argentina y esta reconoce que no puede pagar de contado lo reclamado -si lo hace afecta todos los acuerdos del canje vigentes-, se avance sobre Chevrón y de forma indirecta sobre los activos de YPF, con lo cual se pararían los proyectos de exploración y explotación en el principal yacimiento de la región.