El acto, que se desarrolló en un sector de la avenida Costanera de la capital rionegrina, fue organizado por integrantes del Consejo Asesor Indígena (CAI), pero estuvo abierto a toda la comunidad.

Un grupo de alumnos del colegio secundario Don Zatti, acompañado por dos docentes, llegó especialmente hasta el lugar y también participaron espontáneamente personas que a esa hora caminaban por el paseo costero.

Hugo Aranea, referente del CAI, explicó que "esta celebración tiene que ver con un proceso natural, que no es propiedad particular de nadie, sino que nos pertenece a todos los habitantes del hemisferio sur".

"El Wiñoy Tripantu quiere decir volver a empezar, porque es el comienzo de un nuevo ciclo solar" añadió, para poner énfasis en que "es importante que escuchemos lo que nos dice la naturaleza,  través de la tierra, el agua y el viento".

"Hay un mensaje de advertencia sobre lo mucho que estamos haciendo mal, poniendo a nuestra `ñuque mapu` (madre tierra) en riesgo de contaminación y destrucción", expresó el dirigente indígena.

María Torres, de la comunidad mapuche de la región sur, calificada como `pillancushe` (mujer sabia) sostuvo que "la madre tierra está sufriendo dolor" porque se la enferma "con la contaminación, sobre todo a través de las aguas".

"Si la tierra se enferma todo lo que está sobre ella también estará enferma: los animales, las plantas y nosotros", añadió la anciana. "Celebró que hoy estemos todos juntos los `peñi` (hermanos) y los `huinca` (blancos) con este compromiso", dijo.

Tras la ofrenda todos los presentes formaron una rueda, y al compás de los cultrunes y las tutrukas (pequeños tambores chatos y cuernos de vaca usados como trompetas) dieron cuatro vueltas en círculo.

Finalmente todos los participantes de la ceremonia se ubicaron sobre el borde del río y arrojaron puñados de yerba mate a las aguas, mientras la `pillancushe` efectuaba una rogativa en la ancestral lengua mapuche.

"Mis palabras fueron para pedir que el agua sea sana, porque es la fuente principal de la vida, porque nadie puede vivir sin beber agua", comentó Torres sobre el contenido de su invocación.

El Wiñoy Tripantu se celebra anualmente entre el 23 y el 24 de junio, en especial durante la salida del sol del nuevo día.

Coincide con el solsticio del hemisferio sur, cuando el planeta tierra alcanza su mayor distancia con el sol y recomienza el acercamiento, que tendrá su apogeo hacia el 21 de diciembre.