La politóloga y escritora belga Chantal Mouffe, reconocida internacionalmente por sus libros y ensayos que abordan los conflictos sociales postmodernos desde una perspectiva neomarxista y con lazos en Argentina por ser esposa de Ernesto Laclau, catedrático que reivindicó conceptualmente al populismo y asesoró al gobierno nacional hasta poco antes de morir, consideró al kirchnerismo como un esquema "populista de izquierda", que es la "alternativa al modelo neoliberal" que está en crisis en Europa.

La analista se quejó además de la "falta de análisis serios" sobre el escenario que se vive en Europa tras las elecciones que muestran a sectores de lo que se considera ultraderecha en crecimiento, ya que esta situación impide comprender los procesos políticos que se vive en Latinoamérica, que buscan articular propuestas alternativas al neoliberalismo.

Para trazar sus conclusiones respecto de la necesidad de que los partidos de centro e izquierda replanteen sus propuestas ante la crisis neoliberal antes de sembrar el miedo planteando extremismos, Mouffe partió de la situación de Francia, donde el Frente Nacional obtuvo guarismos históricos en las recientes elecciones, pese a que uno de sus líderes Jean Marie Le Pen, expuso sin reparos revulsivos planteos antisemitas sobre la necesidad de que eliminar el problema de la superpoblación africana y musulmán con epidemias de virus ébola.

"No se puede hablar con ligereza desde el desconocimiento. El único parlamentario nazi que llegó a un cargo en toda Europa lo hizo en Alemania, mientras que en Francia es un error conceptual ubicar al partido de Le Pen como expresión fascista, porque es un partido populista de derecha. Este abordaje es un error típico de la izquierda o algunos de centroizquierda, de entender todo en términos de extremos", se quejó.

Seguidamente, recordó "el Frente Nacional de Le Pen no es antisemita, ha cambiado con él pero no se lo puede asociar a sus expresiones, es lo que hay que entender", sobre todo "porque este partido ha crecido pero a su vez se ha llevado varias banderas de la izquierda, como defender el estado de bienestar y las políticas sociales y lo ha hecho con un discurso netamente antineoliberal".

Por esto, "el crecimiento electoral de él está dado porque por un lado hay un voto contra cierta inmigración, no toda por cierto, pero sobre todo porque muchos franceses no están conformes con el rumbo neoliberal de Europa, y no en vano las elecciones en las que creció Le Pen son las europeas, no las presidenciales de Francia", estimó Mouffé en declaraciones al programa "Tengo una idea" de Radio Nacional.

Si no se entiende "la base populista" del Frente de Le Pen como expresión con banderas y reivindicaciones que a veces son de otras fuerzas y la sociedad lo toma como alternativa para dar un mensaje en un contexto de crisis del modelo europeo neoliberal, Mouffe consideró "se incurre en errores de abordaje e ignorancia de los procesos políticos".

Concibiendo al fenómeno de Le Pen como una reacción de un contexto mayor de crisis del modelo neoliberal, Mouffe pidió "comparar lo de Francia con lo que pasó en Grecia" tras la crisis, que devino en el triunfo de un partido de izquierda con discurso antineoliberal, el SIDITA. "Entonces sí podemos comparar un populismo de izquierda y un populismo de derecha frente a escenarios neoliberales", puntualizó.

El kirchnerismo, alternativa

En este sentido, estimó que el kirchnerismo en Argentina es una expresión "que se acerca más a lo de Grecia, con un populismo de izquierda", ya que "la manera en que se construye el pueblo desde el modelo kirchnerista es mucho más inclusiva de todas las categorías populares, por lo cual si se quiere comparar el kirchnerismo hay que hacerlo con el proyecto del SIDITA en Grecia".

"Es totalmente un error comparar al kirchnerismo por populista con lo de Le Pen en Francia, pues como dije la política consiste en la forma en que se construye a un pueblo. Y el primero construye desde la inclusión y el otro no", agregó.

Para finalizar, la investigadora afirmó "no hay un fenómeno fascista en absoluto en Europa,es un fenómeno nuevo que hay que tratar de entender en sus características actuales. La categoría del fascismo es una categoría que corresponde a una época histórica distinta a la actual, hoy en día hay que tratar de crear categorías nuevas. Para luchar contra estos populismos de derecha, porque creo hay que hacerlo, hay que entenderlos; y la calificación de fascismo o extrema derecha no ayuda, no significa nada, porque es lo que está a la derecha de centroderecha. Creo que llamar fascista a todo lo que uno no comparte o cree está a la derecha es de una pereza intelectual enorme, que no lleva a nada y no permite entender los fenómenos, llevándonos a caer en mecanismos de consenso y de centro que evitan alternativas reales".