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04-04-2014 | se trata de Gustavo Jofré | |||
A un año de la inundación, el salvador de Parque Castelli dice: “si es un héroe quien salva a otros de morir estamos mal como país” | |||
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Gustavo Jofré es una de las miles de víctima de la inundación de hace un año en La Plata, con la particularidad de haber salvado a su familia y a varios vecinos en la zona del Parque Castelli, donde el agua superó el metro ochenta y hubo varios muertos. Al día de hoy, sigue predicando con el ejemplo de humildad y abnegación de aquella noche. Continúa alquilando una casa con humedad y unos pocos muebles desvencijados por el agua, viste ropa donada e insiste en pedir que no lo llamen "héroe" por haber salvado a varias personas de la muerte. De aquella noche trágica, Jofre recuerda haberse "metido nadando a las casas" y desorientado guiarse "por los gritos de gente que no sabía dónde estaban" a los cuales halló "acurrucados y entregados en rincones, resignados a ahogarse", pero felizmente pudo salvarlos. Su relato muestra crudeza descriptiva para contar el comienzo de esa noche de horror. "Teníamos un metro ochenta de agua en la casa y sin salida a la calle para escapar de la casa porque la correntada nos llevaba. La única salida era por los techos", cuenta con precisión de momentos y paisajes. Por los techos salvó a su familia pero volvió al agua y rescató a decenas de vecinos, muchos de los cuales estaban tiritando al borde de muerte. Aquel acto de arrojo no le dio ganancias ni honores económicos, porque vive en la misma casa alquilada hace ocho años con sus hijos y nietos, con el agravante de las consecuencias de la humedad y pocos muebles, con el placard lleno de ropa donada. Se enoja con quiénes lo tratan de "héroe", al sostener "estamos muy mal como sociedad y país si salvar a personas de morir es ser un héroe". Con mucha humildad y la conciencia de que sólo "luchándola se sale adelante", rescató personas sin ayuda del Estado hasta cansarse, porque cree en el ser humano. "Yo tuve una madre y creo que si estaba ahogándose alguien la iba a salvar. Por eso yo hice esto". - Contá un poco lo que fue aquella noche trágica y lo particular que tocó vivir salvando a los vecinos - Nosotros tuvimos un metro ochenta de agua en la casa y sin salida a la calle para escapar de la casa porque la correntada nos llevaba. La única salida era por los techos. Tuvimos que salvar a nuestra familia, primero un nene de un año y después al resto, subiéndolos de a uno. Con el viento que había teníamos miedo de que el bebe se muriera pero no teníamos opción. Cuando estábamos arriba vimos los vecinos del primer piso del edificio de 66 y 28 y le gritamos si podíamos llevar el bebé ahí. Y nos dijeron que fuéramos todos, así que despacio, de techo en techo, nos pasamos todos al edificio. Una vez que pasé a mi familia, empecé a sacar fuerzas para rescatar a la gente que estaba abajo subiéndola de a una. Levanté personas 80, 85 o 90 kilos. Recuerdo haber tenido que entrar nadando a las casas y desorientado guiarme por los gritos de gente adentro porque no sabía dónde estaban. Y hallarlos acurrucados en rincones, entregados para ahogarse. Y hoy en lo personal sigo luchándola, no tengo casa propia, donde estoy alquilo hace ocho años. Lo material lo perdí todo, lo que uno puede pensar de uno hogar no lo tengo más. - ¿Un año después cómo estás? - Un año después sigo sólo tres sillas y una mesa por la mitad. Tenemos la casa pintada porque no podíamos vivir cómo había quedado todo, el agua había levantado los pisos, el techo caído y las paredes tiraban humedad que enfermaba al nene. No te queda otra que seguir luchando. - ¿Tu señora y el bebé cómo están? - Ahora el 4 de abril, a dos días de cumplirse un año de la inundación, cumple dos añitos mi nieto. Está bien, la que no está bien es mi señora, que quedó muy traumada en ese sentido. Porque ella no le tiene miedo, le tiene pánico al agua. De hecho, al momento de salvarla fue la que más se complicó llevarla. Ahora, cada vez que llueve o hay viento se asusta. Pero bueno, hay que seguir adelante. Lo único que te queda en este país y el mundo es trabajar para seguir y esperar algo de alguien. Que alguien te toque con la varita y te diga "hoy es tu día". Pero bueno, hoy hace un año de que vivimos esto que nunca pensamos vivirlo. De esto no le echo la culpa a nadie, sólo fue un clima que se fue de madre y no se sabe en qué se falló. No soy quién para saberlo pero en algo se falló, porque en el momento de rescatar las personas yo sólo miraba para arriba y pedía un helicóptero o alguien de la Prefectura que apareciera con algo a ayudar. Pero no había nadie. No pedía ni los Bomberos ni a la Policía, sino alguien específico para lo que se vivía. Que hubiera botes, lo fuera, pero no hubo. Y lo cierto es que si vos podés salvar personas en el mar, lo dejo a criterio del que quiera sacar conclusiones. - Cuando decís "que te toque alguien con la varita mágica", sentís que puede haber un "alguien" que te ayude, pero se nota cierto enojo hacia el Estado. - Mirá, insisto, no le echo la culpa a nadie de lo que pasó. Yo sé que en la vida vos con tu familia intentás hacer las cosas bien. Y para el Estado la familia es el pueblo y tiene que conducirla bien. En caso de mi familia, mis hijos estudian, trabajan y hacen deporte; no hacen cosas raras. Somos una familia laburadora. Y para empezar, se empieza de arriba en estas cosas, nunca se empieza de abajo. Si vos tenés una familia mal formada, quedate tranquilo que al conducir un país va a ser mal formado también. Yo lo veo así. Para que las cosas anden bien en mi familia tengo que estar yo dando consejos, contención, presencia, ejemplo. Si no le doy bolilla a eso, vamos mal. Y es la sociedad que vivimos. -¿Cuánto medís y cuánto pesas? Yo mediré 1,70 y pesaré 64 kilos más o menos. -¿Te lo pregunto para saber si te pusiste a pensar en cómo hiciste esa noche para rescatar gente levantándola? No la verdad que no lo entiendo. Te vuelvo a decir, lo único que hacés es sacar fuerza de dónde sea. Porque vos no podés dejar morir un ser humano. Cuando pasaba por los techos y escuchaba gritos desesperados en las casas me metía. Porque yo también tuve una mamá, que ya murió; y creo que si mamá estuviera viva y tiene un problema alguien la va a salvar, por eso actué así. Yo salvé personas que pesaban 110 kilos por ahí. Una señora la salvé no sé cómo, la puse el hombro para subirla al techo y de ahí de techo en techo la llevé y ella me decía no podía y pedía la dejara morir y hasta la tuve que lastimar para salvarla. Todo el mundo me pregunta cómo hice y no lo sé. Yo sólo actué como pude y puse todo de mí. Me dicen también que soy un héroe y les respondo que no. Si sos un héroe por salvar una vida o por hacer el bien, entonces en este país estamos viviendo todo al revés y está todo mal. Si pensamos de esa manera el país no está andando bien. Hoy en día no se necesita decir "busquemos al culpable", sino buscar una solución.Y esto cómo se hace, ayudando. No ayudando a la persona que perdió un ser querido porque no lo podés ayudar, la persona no se recupera más. Pero te repito en una suposición, yo no tengo mesa, una chiquitita con cuatro sillas para seis personas. No tengo colchones, vivo con ropa regalada y otras cosas que la gente me donó y ayudo, desde la ciudad hasta de Chivilcoy, no me puedo quejar; hoy estoy vestido gracias a la gente que me dio, es la verdad. Y tenés que seguir luchándola y trabajando para salir adelante. Y dejo en claro, sigo alquilando, tuve que pintar la casa porque no se podía vivir de otra manera; lo hice yo porque la señora dueña de la casa no se hizo cargo, pero mis hijos y el nenito más chiquito no podían vivir de esa manera, el bebé se estaba enfermando de los pulmones. Es decir, todo después de un año, sigo de pie y luchando. Mira el video de la nota que le hizo C5N a horas de la trágica inundación https://www.youtube.com/watch?v=zbGpakwh9kA CAGL - EC |