En 2 horas y 26 minutos el suizo, el número 7 del escalafón venció al mejor argentino de la actualidad y se enfrentará mañana, no antes de las 11 (14 hora local), con el español Rafael Nadal en una de las semifinales.

Los protagonistas no defraudaron con un encuentro que el tandilense pudo ganar, pero que lo terminó celebrando el nacido en Basilea por ser más contundente en los momentos decisivos.

El O2 Arena estuvo colmado en sus 20.000 localidades, con más proporción de banderas suizas, para ver el tercer duelo entre estos tenistas en misma cantidad de semanas tras la final de Basilea y los cuartos en París-Bercy.

Bajo un mar de flashes, "Delpo" salió con todo al court para intentar imitar lo que ocurrió en este mismo estadio el año pasado, cuando la victoria en tres sets frente a Federer le permitió meterse entre los mejores cuatro del torneo.

El comienzo fue ideal: en un breve primer game, que duró poco más de dos minutos, logró quebrar ante un Federer errático con su derecha.

"La Torre" de Tandil se hizo fuerte con su servicio y se dedicó a pasar la pelota al otro lado de la red, sin grandes tiros, pero suficientes para sacar ventaja ante un oponente menos fino que de costumbre.

Su figura se agigantó (como si su 1,98 metros no fuesen suficientes) y a su juego le sumó una mayor determinación ofensiva que lo llevaron a dar vuelta el quinto game, que le era adverso, y conseguir el segundo quiebre de la tarde.

En los descansos Federer miró las repeticiones de algunos puntos en la pantalla gigante en uno de los costados del estadio, cómo buscando explicaciones a sus errores no forzados, que a esa altura ya eran 11.

"Delpo" tuvo el saque para cerrar un set impecable, pero el suizo expuso la calidad que le había faltado en el inicio para conseguir una racha de 8-1 puntos y ponerse a un juego de la paridad.

Ahora sí, enfrente estaba el Federer que ganó 77 títulos en su carrera y que, pese a una mala temporada, sigue siendo uno de los mejores tenistas de la historia.

Sobre el final el argentino batalló pero consiguió el 6-4, en 41 minutos de juego, y logró una ventaja parcial por primera vez en el torneo, tras haber caído en los primeros sets de sus duelos anteriores ante el francés Richard Gasquet y el serbio Novak Djokovic.

El segundo set arrancó como un calco del primero, con Federer otra vez impreciso y cediendo un triple break point que el tandilense aprovechó para quebrar en el tercer game.

El camino a la victoria se vio trunco en el sexto game, cuando llegó el quiebre del suizo por un error del tandilense en el remate del primer punto y una doble falta en el último que llevaron al público a gritar "Roger, Roger, Roger".

El suizo llegó con mayor envión anímico al tie break y lo obtuvo con superioridad 7-2, cerrando el set con un ace en 50 minutos.

Del Potro arrancó el tercer parcial como lo necesitaba: ganó los primeros tres games gracias a un buen juego defensivo y enormes tiros cruzados y por la paralela.

Pero otra vez, la lección es que a Federer no hay que darlo nunca por muerto: empezó a meter todas las que antes erraba para volver a la paridad.

Párrafo aparte se merece el primer punto del noveno game que lo tuvo todo: un tiro de espalda de Federer, una "gran Willy" de Del Potro y un peloteo incansable que terminó con celebración para el suizo.

Fue una muestra más del gran espectáculo que brindaron estos tenistas, en momentos de gran tensión por la justeza del resultado y todo lo que estuvo en juego.

El destino parecía ser otra vez el tie-break, pero el número 7 del mundo apareció en su máximo potencial, para primero quebrar y luego cerrar el partido 7-5.

El suizo, de 32 años, accedió por 12° vez a una segunda ronda en los 13 torneos de Maestros que disputó y chocará mañana con Nadal, en el camino para alzar el título por séptima vez.

La otra semifinal la disputarán el suizo Stanislas Wawrinka contra Djokovic, que hoy no antes de las 16:45 (19:45 local) cierra su participación en la fase de grupos ante el francés Richard Gasquet.