En la mañana de este jueves 7; trabajadores de la Municipalidad de La Plata se digirieron hasta la Delegación de Altos de San Lorenzo, ubicada en calle 25 y 75, para solicitar se reincorpore a los trabajadores despedidos y se den soluciones concretas frente a las condiciones de precarización laboral que mantiene a los trabajadores en una situación de incertidumbre sobre su continuidad laboral.

Al llegar a las inmediaciones de la Delegación, los trabajadores se encontraron con la inusual presencia de un grupo de alrededor de cuarenta personas que amenazaron con despidos a quienes se encontraban acompañando el pedido de reincorporación de los trabajadores despedidos.

El viernes 1° de noviembre Darío y Oscar se presentaron, como todos los días, a trabajar en la Delegación. Al llegar al lugar les dijeron que sus contratos habían sido dados de baja, pero en la Dirección de Personal del municipio les dijeron que no estaba registrada la baja de sus contratos. Ante esta situación el lunes 4 de noviembre volvieron a presentarse a trabajar en la Delegación, como todos los lunes. Se repitió entonces la misma situación del día viernes: sus nombres seguían figurando en la planilla de asistencia, pero en la Delegación les seguían diciendo que los habían echado.

El lunes fue la propia Directora de Personal, Valeria Rinaldi, quien les confirmó que habían sido echados de la Municipalidad. En el Palacio municipal no fueron atendidos. Nadie pudo darles una explicación. Ni Antonio Merele, delegado de Altos de San Lorenzo que se encuentra con licencia desde el día siguiente a las elecciones, ni ningún otro funcionario dio ninguna explicación ni notificó del despido a los dos trabajadores. Según expresaron, la respuesta del Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) fue "no podemos hacer nada".

Darío hace siete años que trabaja en la Delegación de Altos de San Lorenzo. Su primer año de trabajo fue como parte de una de las cooperativas que cumple tareas en el lugar, luego de lo cual fue incorporado a la planta del municipio como personal temporario.

Oscar trabaja desde hace siete años y medio en la Delegación como parte de la planta temporaria del municipio. Tiene dos hijos, uno bebé y otro en edad escolar, ambos asmáticos. "Nos pagan dos mangos, nos echan sin motivos, y a mí me dejan sin la obra social con la que compro la medicación para mis hijos", señaló conmovido.