Alberto Fernández: “Cristina debe ser la candidata y todos tenemos que acompañarla y ayudarla”
19-07-2025
24-04-2011 | Crítico con la política económica
Alberto Fernández: “Cristina debe ser la candidata y todos tenemos que acompañarla y ayudarla”
Critica cuestiones económicas con las que, dice, el Gobierno se aleja del proyecto inicial, así lo informó el diario Diagonales.

Alberto Fernández, ex funcionario del kirchnerismo, quiere regresar de a poco. Apoya la reelección de la Presidenta desde Argentina Futura. Así denomina Alberto Fernández al espacio que construye.

El ex jefe de Gabinete de Néstor y Cristina Kirchner pasa sus días alejado de las esferas cercanas al poder K pero no de la política, y por estas horas tiene una obsesión: el 2015. Ratifica ante cada pregunta su pertenencia al proyecto iniciado allá por el año 2000, cuando un gobernador patagónico aspiraba a que lo conozcan. "Cristina debe ser la candidata y todos debemos acompañarla y ayudarla", afirma aunque al mismo tiempo reconoce que su objetivo es promover el debate para "construir la organicidad" y que de esas discusiones emerja el encargado de dar continuidad al modelo. 

Alberto Fernández y Daniel Scioli tienen unas cuantas cosas en común, y un número que los vincula fuertemente: 2015. Forman parte de un eje que hace de la moderación un culto y que se ufana para sí la sucesión kirchnerista, sin dejar de rendir pleitesía a las bondades del modelo. El primero se anima a marcar distancia y lo hace desde un lugar cercano y lejano al mismo tiempo; el segundo, convencido de que 4 años más en la provincia habilitarán su carrera al sillón de Rivadavia como una ecuación de lógica matemática. En algún momento se intento vincularlos en una eventual fórmula en la provincia de Buenos Aires, pero Fernández fue contundente al respecto: "No existe ninguna posibilidad. Tengo domicilio en Capital y con Scioli somos muy amigos y, como amigos, hablamos de política".

En esta entrevista, el ex funcionario kirchnerista que no se encuentra dentro de los dirigentes en los cuales Cristina Fernández de Kirchner planifica su futuro, evalúa su futuro y el del país. Si bien sabe que hoy no es bienvenido a Balcarce 50, asegura que el modelo debe seguir con la Presidenta como candidata.

Uno de los temas que lo hace pensar es la sucesión. Saca cuentas y dice "dentro de cuatro años Cristina no va a ser más candidata y Néstor ya no está entre nosotros. Tenemos que empezar a pensar en formas de sucesión". En ese proyecto, se imagina adentro nuevamente. De todas maneras, hoy, plantea algunas críticas. Dice que apoya el modelo, pero cree que en algunos aspectos -económicos sobre todo- se el Gobierno se ha salido de él.

Dentro de las críticas que realiza al Gobierno está el cuestionamiento que hace sobre las listas de adhesión que, al igual que la oposición, en algún momento denomina colectoras. "Son herramientas para poder ganar una elección y para poner representantes en un comicio", señaló al tiempo que agregó que "generan una enorme distorsión" y que no era lo que se había votado en 2009: "Todo eso se borró con el codo, Lo que la política muchas veces hace es eso; ser hipócrita".

-¿Su trabajo político está con la mira puesta en 2015?
-En lo personal, sí. Yo creo que en este momento todavía quedan muchas cosas por hacer y por corregir, y me parece que lo que tenemos que intentar es que el proyecto siga adelante. Cristina debe ser la candidata y todos debemos acompañarla y ayudarla. Ahora, dentro de 4 años ella no va a ser más candidata y Néstor ya no está entre nosotros, entonces tenemos que empezar a pensar en formas de sucesión. Y la mejor forma es tratar de promover el debate para ver cómo seguimos, en primer lugar; volver a abrir las puertas para convocar a todos y animarnos a construir una organicidad para que siga funcionando el proyecto, algo que hasta ahora fue bastante difícil de hacer.

-¿Qué tipo de respaldo es el que usted le brinda al Gobierno nacional? Suelen escucharse críticas suyas sobre diferentes situaciones.
-Lo mío es un apoyo incondicional al proyecto que creamos con Néstor Kirchner hace muchos años atrás, por el año '99 o 2000. Yo sigo siendo parte de ese proyecto, sigo insistiendo que hay que avanzar en toda aquella idea y en todo ese modelo que nos planteamos con él. Muchas veces, en la gestión de los últimos años, ocurrieron cosas que objetivamente deberían ser reanalizadas, revisadas y atendidas. Y cuando uno dice estas cosas no se para en la vereda de enfrente, sino que las dice para que el proyecto no decaiga. Además, que en el espacio se ha dado una suerte de obediencia que creo ni Cristina ni Néstor pedían, pero son más obedientes que lo que ellos mismos piden. Me parece que eso ha privado al proyecto de todo debate, de todo análisis, y se me hace definitivamente muy malo. Pero insisto: cuando muchos dicen que hay que profundizar el modelo, yo me pregunto por qué no volvemos al modelo. El nuestro era un modelo que suponía superávit fiscal y hoy está en crisis; suponía un superávit comercial y también está en crisis; y suponía desendeudamiento, y no hemos logrado resolver la deuda con el Club de París. Y el nuestro era un modelo de dólar referenciado, y el dólar está anclado y nadie lo revisa; y el nuestro era un modelo de estabilidad económica y se ha perdido. Cuando uno plantea estas cosas, lo único que está planteando es volver al modelo y no salirse de él, y siente que hay muchos que son más papistas que el Papa, y uno habla y lo descalifican. Yo lo hago desde la tranquilidad y la confianza, porque me consideró un buen alumno de Kirchner y él me enseñó a que uno no debe dejar sus convicciones de lado. Y estas son mis convicciones.

- Ahora, analizando los resultados electorales de Catamarca, Chubut y Salta, ¿no se ve un respaldo de la ciudadanía al modelo tal cual están desarrollándose las cosas?
-Yo no dudo que sí. Por eso me parece que es bueno que nos planteemos las cosas de las que yo hablo precisamente porque hay un escenario en el que las cosas se pueden resolver. A mí me parece que un país que ha perdido 60 mil millones de dólares en fuga de divisas en los últimos 4 años y ha logrado aumentar las reservas en sólo 3 mil millones, debe plantearse que algo raro está pasando. Y además, si el país está creciendo, a casi 9 puntos anual, me parece un escenario propicio como para que podamos hacerlo.

-¿Será difícil la gobernabilidad para la Presidenta si asume un nuevo período, teniendo en cuenta que no hay renovación en 2015?
-Ese es el famoso síndrome del pato rengo, que siempre ocurre. Pero me parece que los 4 años que vienen, en esencia, lo que van a exigir es que logremos mucho consenso, porque vamos a tener un Parlamento muy partido. Ahí todos debemos ayudar a la Presidenta.

- ¿Por qué cree que el gobernador Daniel Scioli es mirado con desconfianza desde sectores kirchneristas?
-Porque le va muy bien, y muchos sienten que, como tiene una adhesión muy alta, eso puede ser un riesgo. Pero si conocieran un poco más al personaje del que estamos hablando, se darían cuenta que lo único que no es posible es alguna deslealtad de parte de Scioli. Cuando yo sentí que mis diferencias con el Gobierno empezaron a crecer y no podía seguir sosteniendo posiciones, di un paso al costado. Simplemente me fui y seguí con mi lealtad de siempre, que supone decir lo que uno piensa cuando las cosas son así.

-¿Qué lectura política tiene de las listas de adhesión?
-En términos políticos no son importantes. Son herramientas para poder ganar una elección y para poder poner representantes en un comicio. Sí reconozco que generan una enorme distorsión y después eso se verifica en los parlamentos, porque quienes acceden a los cargos por las colectoras terminan haciéndose dueños de su voto y no sintiéndose comprometidos con ningún proyecto al que sólo adhirieron. Indudablemente suelen traer problemas, pero no es el eje. Lo que sí me parece tremendo es que los argentinos vivimos todos la enorme hipocresía del sistema político, que hace un año y medio atrás votó una ley de reforma política rasgándose las vestiduras y diciendo todos que se terminaban las colectoras, que eran las culpables de la crisis del año 2009. Y ahora vamos a hacer lo mismo. Me da la impresión que todo eso se borró con el codo ahora. Lo que la política muchas veces hace es eso: ser hipócrita. 

La amistad y la política entre Alberto Fernández y Daniel Scioli

La misma noche en que la facultad de Periodismo de La Plata condecoró al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, con el premio Rodolfo Walsh, Scioli fue el orador principal del primer encuentro provincial del movimiento de Alberto Fernández. Ese hecho, y una visita posterior del albertismo a La Plata, de la mano del diputado nacional Carlos Lorges, promovió una serie de especulaciones a propósito de la integración conjunta en la fórmula para la gobernación. "No hay ninguna posibilidad. Yo soy porteño, nací en capital, tengo domicilio acá, jamás en mi vida estuve viviendo en la provincia de Buenos Aires, así que no existe ninguna posibilidad, y nunca hablamos de eso con Scioli". Enfático, Fernández negó toda chance de ocupar el lugar de Alberto Balestrini, quien se está recuperando de un ACV.

La madeja de la vicegobernación es algo que inquieta al sciolismo, y que no logra resolver. Escapará, el Gobernador, de cualquier definición pública bajo el argumento del respeto por el dirigente de La Matanza, con quien compartió uno de los binomios más exitosos -en materia electoral- que registre la provincia. Pero las tensiones internas dentro del peronismo crecen a cada minuto y las fragmentaciones también. Desde el PJ hasta los movimientos sociales; la inevitable observancia de la Casa Rosada; los tironeos entre sectores del propio peronismo, que intentan hacer valer su peso territorial, hasta los extrapartidarias que condicionan su respaldo electoral a una inclusión en espacios de poder.

Cuestiones que Scioli y Alberto Fernández conversan para ayudarse mutuamente a resolver.

"Él primero que nada es mi amigo, y hablamos de política como lo hacen dos amigos que se vinculan en una actividad. Ambos tenemos un enorme compromiso con este proyecto, con la Presidenta, y la verdad es que cada uno lo hace a su modo", subrayó el ex jefe de los ministros nacionales.

Los unifica la palabra consenso y el respaldo a la reelección de Cristina Fernández de Kirchner, pero también la promoción de un debate que haga menos traumática la sucesión en 2015. A pesar de no estar hoy en la misma vereda, tienen un destino común que, coinciden, los encontrará "ayudando a la Presidenta".