Los vecinos de San Isidro todavía lo recuerdan. Muchos le agradecen en silencio tanto cuidado de su parte, tanta dedicación. Y a casi cuatro años de su muerte, la policía de la Provincia de Buenos Aires y el gobierno local le rindieron un nuevo homenaje: bautizaron con su nombre, Capitán Aldo Garrido, a un nuevo premio que se le entrega a policías en reconocimiento de su labor. De esta manera, las autoridades de seguridad y municipales honraron al hombre que durante dos décadas vigiló el centro comercial de la localidad y fue asesinado cuando intentaba impedir un asalto a un comercio, el 17 de febrero de 2009. 

"Es muy lindo el premio, ni me lo esperaba. La verdad es que me sorprendí cuando me contaron que iban a hacerlo. Fue muy emocionante. Me siento muy orgullosa de que instituyan un premio así. Y que se la entreguen a una persona que tuvo un valor especial como mi marido", expresó Marta Barberis, la viuda de Garrido, en diálogo con sanisidro.clarin.com

El premio con su nombre se entregó por primera vez en el acto por el Día de la Policía, que se celebró el jueves 9 de enero en la Sociedad de Bomberos Voluntarios de San Isidro. A la distinción especial, que consiste en una placa dorada, la recibió de manos de Barberis Eduardo Vallejos, un teniente primero de Vicente López que resultó herido durante un robo.

"Los más de cien policías y autoridades presentes se pararon para aplaudir. Ahí me emocioné, esos aplausos me quedan en el alma para siempre", contó Marta. Y comentó que le gustaría que el premio representara a una persona honesta: "Al valor que significa enfrentarse con el otro y poner el pecho por vocación, por deber, porque así murió Garrido, por servir a la comunidad".

Durante el acto, muchos de los presentes también dedicaron unas palabras para recordar a Garrido. Uno de ellos fue el concejal Carlos Castellanos: "Es muy bueno reconocer a quienes son buenos policías -dijo-. Y un muy buen ejemplo de servidor público fue Aldo Garrido".

Barberis aún no tiene planes concretos pero piensa organizar una misa con monseñor Oscar Vicente Ojea -como hizo el año pasado- para recordar el 17 de febrero de 2009.

"Pedí a la sociedad -alguno me va a escuchar- que valoren la labor del policía que deja cada gota de sangre por la gente. Que el policía no sea un número más. Ellos cada vez que se ponen el uniforme y salen a la calle no saben con qué se van a encontrar. Por eso estoy más que agradecida de que aún hoy, a cuatro años de que lo mataron, recuerden a mi marido con tanto cariño, lo han querido mucho y siempre aparece algo que lo distingue, eso es muy lindo, porque pareciera que está prohibido olvidarlo", cerró Barberis.