Por su parte, el ministro de Infraestructura bonaerense, Alejandro Arlía, adelantó que comenzará la renegociación contractual con la empresa Coviares, que tiene la concesión de la autopista La Plata-Buenos Aires hasta 2017 y que por ley pasó a ser controlada por la Provincia.

A su vez, explicó que "por el momento" Coviares seguirá a cargo de la autopista siempre y cuando cumpla con las condiciones que se fijarán en la renegociación del contrato. En ese proceso, la Provincia buscará "la mejora de la transitabilidad, la expansión de obras pendientes y acomodar la ecuación económica-financiera para que sea sustentable en el tiempo".

El ministro advirtió que ahora "la provincia tiene la potestad para cambiar de concesionario" y negó que haya "vía libre" para aumentar los peajes. En tal sentido, precisó "hay dos aumentos que se fijaron antes del traspaso a 3,50 y 5 pesos y que quedaron suspendidos por una medida cautelar (…)  porque no se presentó un plan riguroso de obras pendientes, como los carriles que faltan en el tramo Quilmes-Hudson".

Por último, Arlía aclaró que antes de subir las tarifas "tiene que estar la autopista en condiciones, porque los usuarios dicen que se convirtió en un lugar de congestión permanente porque faltan carriles que es lo que, como Estado, vamos a priorizar".

E.V