27-04-2024
13-12-2012 | Tensión judicial
Confusión, sorpresa y dudas por el llamado de la Presidenta a “democratizar” la Justicia
La exhortación presidencial a "democratizar la Justicia" provocó interrogantes, sorpresas y algunas críticas por parte de referentes de los ámbitos académico y político involucrados en el funcionamiento de los tribunales.
En una semana cargada de cuestionamientos al Poder Judicial por la forma de manejar la causa por la Ley de Medios, la presidenta Cristina Fernández renovó sus críticas tomando como eje el caso dee Marita Verón, cuyo juicio terminó en Tucumán con todos los acusados absueltos.

"Esta noticia de ayer indigna al país. ¿Saben que espero? Que este caso sirva par repensar la democratización de la Justicia", afirmó la jefa de Estado. 

Tras esas palabras, distintos referentes judiciales fueron consultados para intentar esclarecer a qué se refería la primera mandataria o recabar su opinión, aunque algunos evitaron pronunciarse molestos -confiaron- por buscar "un caso tan grave como el de Marita Verón para pegarle a la Justicia".

El constitucionalista Félix Loñ aseguró: "Pareciera que para la Presidenta democratizar es fallar a favor del sentido que ella le parece que es el correcto y eso no es hacer Justicia".

El experto aseguró que "nuestra Constitución es el arca sagrada de las libertades y garantías cuya conservación debe ser el objetivo primordial de las sentencias", y señaló que "los jueces deben fallar para hacer Justicia; si coincide con la opinión presidencial, bien; pero si no, también"

A su turno, el abogado Ricardo Gil Lavedra, jefe de la bancada radical y uno de los ex camaristas federales que llevó adelante el juicio a las juntas militares, confesó mostrarse confundido sobre lo que la Presidenta había querido decir.

"No sé a qué se refiere. La Justicia es un poder contra mayoritario para defender los derechos de las minorías. La competencia de la Presidenta hace a la Justicia federal y no a las Justicias provinciales. Y me parece que aquí la responsabilidad recae sobre los estados provinciales, en este caso sobre cómo funciona la Justicia de Tucumán de (el gobernador José) Alperovich, uno de los socios principales de la Presidenta", señaló a esta agencia.

Por su parte, Jorge Rizzo, titular del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, sostuvo que "lo que la Presidenta quiso decir es que la Justicia es una corporación conservadora, casi una familia por encima de los intereses" de la sociedad. Pero a la vez el abogado llamó a evitar una "estigmatización" de los tribunales.

"Hay que terminar con el tema de la estigmatización del Poder Judicial. Hay jueces buenos y otros malos; hay que denunciar a los malos y dejar que los buenos trabajen libremente", dijo el letrado.

Además, Rizzo señaló que, en vez de críticas, sería bueno que se hiciera "u llamamiento en el Congreso para aprobar las leyes que son importantes para la sociedad, porque el 'per saltum' se aprobó en 15 días pero las leyes sobre trata de personas duermen el sueño de los justos".

"Dicen que hay que democratizar la Justicia. Yo comparto porque todo debe ser democrático -aseguró-. El problema no es lo que se dice, sino desde dónde se dice. Se está generando una caída de credibilidad en el Poder Judicial que va a ser muy difícil revertir a corto plazo".

Quien estuvo de acuerdo con las palabras de la Presidenta fue el titular del Tribunal Oral en lo Criminal Federal 1 de La Plata, Carlos Rozanski, uno de los magistrados que firmó una solicitada junto a otros referentes judiciales considerados afines al Gobierno que quisieron diferenciarse de asociaciones que habían denunciado un avasallamiento a la independencia del Poder Judicial.

Rozanski apoyó la idea de "democratización de la Justicia" y sugirió, como primera medida y como "una cuestión simbólica, sacar los estrados para que los jueces no estemos por encima del resto" porque -dijo en declaraciones periodísticas- "somos ciudadanos comunes y podemos ser analizados y cuestionados".

WZ