En diálogo con Radio Provincia AM1270 describió la delicada situación que enfrenta la industria nacional. Al respecto, dijo que el primer problema es la merma del consumo, a lo que se suma que “desde 2015 la natalidad cayó un 42% y el uso de las tecnologías por parte de los chicos”.

El dirigente explicó que esta situación afecta a toda la cadena. De hecho, “a los que están importando también les va mal, porque no venden. Este noviembre fue el peor de la historia, 30% abajo. Hay demasiados productos para los consumidores que hay”.

La caída del mercado ya impactó en el empleo: “1.500 puestos de trabajo se perdieron en el sector”, lamentó Furió, aunque destacó que “el juguete argentino es competitivo y tenemos calidad”.

También alertó sobre los riesgos de productos inseguros: “Si le das a un niño un juguete inseguro, una parte se le queda en la tráquea y se muere”. En esa línea, cuestionó la política de apertura: “El Gobierno quiere beneficiar al consumidor pero hay que hacer algo para que el juguetero pueda competir de igual manera”.

Para enfrentar este escenario, la Cámara impulsa campañas que promuevan el valor pedagógico del juguete: “Estamos trabajando en una campaña para que el juego estimule el conocimiento y el aprendizaje, tratar de sacarle el celular y la Tablet a los chicos”.