16-04-2024
05-08-2012 | Cosa juzgada
Horacio Verbitsky: "Firmenich pag贸 su indulto diciendo que Walsh y yo eramos Jefe y Subjefe de Inteligencia en Montoneros"
Con el t铆tulo de "Cosa juzgada" en esta edici贸n dominical de "Pagina 12", Horacio Verbitsky se refiere al rechazo de la Corte Suprema de la Naci贸n del recurso extraordinario que lo ten铆a por imputado por la bomba en la sede de la Superintendencia de Seguridad Federal de la Polic铆a Federal y en la nota dem谩s se帽al贸 "a partir de la afirmaci贸n falsa de que Walsh y yo fuimos jefe y subjefe de Inteligencia de Montoneros, con que Firmenich le pag贸 su indulto a Menem, es usual que nos asocien en forma indistinta...".  

"Cosa juzgada"

La Corte Suprema de Justicia rechaz贸 el recurso extraordinario por la bomba que el pelot贸n de combate montonero "Sergio Puiggr贸s" coloc贸 en la sede de la polic铆a pol铆tica que, bajo conducci贸n militar, dirig铆a las torturas y asesinatos en la Zona I. De ese modo qued贸 firme el fallo de la C谩mara de Casaci贸n, que consider贸 prescripto el delito de estrago cometido el 2 de julio de 1976. Un fiscal y una jueza de primera instancia, un fiscal y tres jueces de C谩mara, un fiscal y dos jueces de Casaci贸n, el Procurador General de la Naci贸n y cinco jueces de la Corte Suprema, quince magistrados de distinta formaci贸n, ideolog铆a y antig眉edad en la justicia, coincidieron en que no era posible la persecuci贸n penal por un hecho realizado tres d茅cadas antes sin intervenci贸n de lo que el Procurador General llam贸 "un ejercicio desp贸tico y depravado del poder gubernamental". Como dijo el entonces camarista de casaci贸n Mariano Gonz谩lez Palazzo, no hay elementos para sostener que los acusados tuvieran "alg煤n tipo de dominio territorial sobre el lugar en que se perpetr贸 el atentado o aunque m谩s no sea, de una posici贸n de poder pol铆tico, de autoridad, o de superioridad sobre las v铆ctimas". Pero adem谩s, el 煤nico camarista que no consider贸 prescripto el hecho, Ra煤l Madue帽o, dijo que no hab铆a prueba alguna de la participaci贸n de los acusados: una imputaci贸n penal "no puede construirse sin resguardo probatorio m铆nimo que vincule al sujeto que se acusa con el hecho investigado. Aceptarlo constituir铆a una grave lesi贸n a principios b谩sicos de debido proceso legal". Cuando la justicia pidi贸 el desarchivo del expediente original constat贸 con asombro que nunca existi贸, porque la dictadura mataba sin ley. Las tres Fuerzas Armadas, su Consejo Supremo y el Consejo de Guerra Especial de la Capital, la Comisar铆a 6陋 de la Polic铆a Federal y todos los juzgados federales de la Capital respondieron que no hubo ninguna actuaci贸n al respecto. Por eso Madue帽o dice que no hay "elementos de juicio que permitan fundar m铆nimamente una sospecha respecto de las personas que sindica la parte querellante", entre las que me encuentro. Su propuesta fue archivar la causa.

En varias de sus recientes entrevistas, tambi茅n el ex dictador Jorge Videla me involucr贸 en aquel hecho para lo cual cit贸 "informes de Inteligencia del Ej茅rcito". Es otra falsedad de Videla. En marzo de 1977 la Marina y la Polic铆a Federal ya hab铆an secuestrado y asesinado a Jos茅 Mar铆a Salgado y Rodolfo Walsh, sin intervenci贸n judicial. Si alg煤n informe de Inteligencia del Ej茅rcito me hubiera incluido, lo cual tampoco ser铆a una prueba de verdad, me hubiera ocurrido lo mismo que a ellos. Permanec铆 en el pa铆s todos los d铆as de la dictadura, sin que se iniciara una causa en mi contra. La denuncia reci茅n fue presentada en 2004 y no es otra cosa que una represalia por mis actos como presidente del CELS, que condujeron a la nulidad de las leyes de punto final y obediencia debida, en la causa Sim贸n, y al descuelgue de los retratos de Videla y Reynaldo Bignone del Colegio Militar, que propusimos a N茅stor Kirchner. A partir de la afirmaci贸n falsa de que Walsh y yo fuimos jefe y subjefe de Inteligencia de Montoneros, con que Firmenich le pag贸 su indulto a Menem, es usual que nos asocien en forma indistinta, que me atribuyan a m铆 hechos en los que 茅l habr铆a participado y a Rodolfo algunos trabajos que yo escrib铆, como la primera historia de la guerra sucia en la ESMA, uno de los documentos cr铆ticos a la conducci贸n o los Cuadernos de la Soberan铆a, que inici茅 luego de su muerte. Fuimos compa帽eros y amigos los 煤ltimos quince a帽os de su vida, pero actuamos en sectores distintos de la misma organizaci贸n.

El car谩cter de venganza personal es ostensible en la inclusi贸n entre los denunciados de Laura Sofovich, quien nunca tuvo militancia pol铆tica pero que fue mi esposa, de la que me hab铆a divorciado en 1971, cinco a帽os antes del atentado y cuando ni siquiera hab铆a ingresado a Montoneros. El fallo del Tribunal Oral Federal 5 que conden贸 a los principales jefes de la ESMA relata que luego de torturar a Salgado los marinos lo entregaron "a miembros de la Superintendencia de Seguridad Federal y d铆as despu茅s fue asesinado bajo una patra帽a orquestada por las fuerzas actuantes", un falso tiroteo entre cad谩veres y fantasmas. Agregan los jueces que la informaci贸n que permiti贸 cercar a Walsh se debi贸 al interrogatorio bajo torturas a Salgado, quien hab铆a sido secuestrado el 12 de marzo de 1977. El 25 cay贸 Walsh cuando acud铆a a una cita con 茅l. Adem谩s de Walsh y Salgado, otras personas incluidas en el libelo acusatorio estuvieron detenidas-desaparecidas en la ESMA, como Miguel Angel Lauletta y Lila Pastoriza. Si hubieran tenido participaci贸n en aquel atentado tampoco habr铆an salido de all铆 con vida. Para mayor perversidad, tambi茅n fueron acusados Marcelo Kurlat, muerto en un enfrentamiento con la propia ESMA en 1976, y Norberto Habegger, detenido desaparecido en Brasil en 1978, lo cual mide la seriedad de la acusaci贸n y la negligencia judicial al no apartarlos del proceso como hicieron los jueces con Walsh y Salgado, porque hab铆an muerto antes de que se iniciara la causa.

El modo en que desde hace ocho a帽os se reitera la informaci贸n es el m贸dico r茅dito obtenido por los acusones: instalar la idea de que todos los denunciados intervinimos en el hecho y asociar cada nombre con el de Firmenich, pasando por alto las insalvables diferencias habidas entonces y despu茅s. Desde que la Corte Suprema confirm贸 la imprescriptibilidad de los cr铆menes de lesa humanidad, y ante el avance de los juicios en los que ya se han pronunciado 272 condenas y 20 absoluciones, los defensores del Estado Terrorista han propiciado "la memoria completa", una versi贸n soft de la doctrina de los dos demonios. En editoriales y columnas el matutino La Naci贸n alega que el gobierno nacional ha colonizado la justicia para que s贸lo persiga a los responsables del terror de Estado, y reclama que tambi茅n se enjuicie a quienes lo resistieron, sin dar cuenta de que fueron exterminados de a miles sin juicio ni defensa y que no hay denuncias fundadas contra los sobrevivientes, como se demostr贸 en esta causa. La equiparaci贸n que pretenden entre un aparato de poder estatal totalitario que goz贸 durante siete a帽os de la suma del poder y las organizaciones partisanas que lo enfrentaron en abrumadora inferioridad de condiciones siempre fue insostenible, desde los puntos de vista pol铆tico y moral. Desde ahora tambi茅n carece de cualquier sustento jur铆dico. Eso es ya cosa juzgada