La disputa entre el Gobierno Nacional y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) sumó un nuevo capítulo tras la reciente modificación del Decreto 1212, que históricamente otorgaba beneficios impositivos a los clubes de fútbol, especialmente a aquellos con actividades sociales y educativas.

El encargado de anunciar la nueva disposición fue el Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, quien a través de sus redes sociales defendió el cambio como una medida para “recuperar el déficit incurrido”.

La nueva Disposición 16/2025, publicada en el Boletín Oficial, establece una suba del 7.5% al 13.06% en la alícuota correspondiente, además de sumar una alícuota transitoria del 5.56% por un año. El nuevo esquema entrará en vigencia el 1 de agosto.

Esta decisión implica una fuerte presión sobre las economías de los clubes, quienes vienen alertando sobre la intención oficialista de debilitar a las instituciones sin fines de lucro para avanzar con el proyecto de transformación de los clubes en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD).

En ese marco, el Comité creado por el propio Ejecutivo mediante el decreto 939/24, en el que participaron representantes de AFA, clubes y funcionarios, había recomendado una modificación mucho más moderada, con una alícuota del 1%. Sin embargo, la disposición firmada contradice ese consenso y avanza con una suba sin precedentes.

La reacción no tardó en llegar y Pablo Toviggino, tesorero de AFA y hombre fuerte del fútbol del interior, que hace unos días tuvo un fuerte cruce con la ministra de seguridad Patricia Bullrich, fue quien encabezó la respuesta pública.

Sin nombrarlo directamente, apuntó contra Sturzenegger: “Son el peor gobierno de la historia. Destruyen todo. Rompen la industria, las pymes, las economías regionales. Te camuflás como podés y cambiás de bandera política para mantener tu sueldo a fin de mes”, escribió en su cuenta de X.

Además, defendió el rol social y económico del fútbol como “motor indispensable para millones de compatriotas” y acusó al oficialismo de intentar “ahogar a los clubes” para forzar la llegada de capitales extranjeros a través de las SAD.

El comunicado oficial de la AFA reforzó estos conceptos, señalando que “el Gobierno busca presionar a las entidades sin fines de lucro para que permitan el ingreso de capitales golondrina, haciendo negocios con nuestros clubes y jugadores formados en nuestras canteras”.

Además, denunció que la disposición ignora los acuerdos alcanzados en el Comité y que perjudica directamente a los clubes que, a través del régimen especial, regularizaron a sus empleados, a diferencia de lo que sucede en otros sectores, donde incluso se aplicaron condonaciones de deuda a través de la RG 5577/24 de AFIP.

La polémica se enmarca, además, en las contradicciones históricas del propio Sturzenegger. En 2013, cuando presidía el Banco Ciudad, utilizó a los clubes para hacer política, destinando fondos públicos a sponsorear instituciones del ascenso y de Primera División, como Ferro, Defensores de Belgrano, San Lorenzo, Huracán y Barracas Central.

Entonces, aseguraba que el banco era “un factor de unión” con los clubes, a cambio de que “se termine con la violencia en el fútbol”. Hoy, su discurso cambió radicalmente, al punto de impulsar en las sombras un proyecto para transformar a Gimnasia y Esgrima La Plata en sociedad anónima, con el respaldo económico del grupo IRSA.

Mientras el conflicto se agudiza y los clubes sienten el peso económico de esta decisión, la AFA advierte que no permitirá un vaciamiento del sistema que históricamente permitió a los clubes cumplir una función social vital. “Después no lloren que los atacan”, remató Toviggino, dejando claro que la disputa con el Gobierno recién empieza.