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30-06-2025 | ROMA | |||
"La grandeza nace del perd贸n": el llamado del Papa a la unidad cristiana | |||
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En la Solemnidad de los Santos Pedro y Pablo, patronos de Roma, el Papa Le贸n XIV ofreci贸 el 脕ngelus desde la Plaza de San Pedro, donde enfatiz贸 que la unidad dentro de la Iglesia y entre las diversas confesiones cristianas se edifica sobre la base de la confianza mutua y el perd贸n. Durante su homil铆a, el Pont铆fice record贸 que, al igual que en tiempos de los ap贸stoles, en la actualidad tambi茅n existen cristianos que entregan su vida por los valores del Evangelio, a menudo enfrentando oposici贸n y persecuci贸n en la difusi贸n de su fe. Sin embargo, subray贸 que la gloria de Dios se manifiesta en la continua conversi贸n de los creyentes.
Le贸n XIV inici贸 su reflexi贸n recordando que la peregrinaci贸n a las tumbas de los Ap贸stoles Pedro y Pablo revela la posibilidad de vivir siguiendo su ejemplo, una vocaci贸n de Jes煤s que se renueva constantemente. En este sentido, anim贸 a los fieles, especialmente en el contexto del Jubileo, a mantener la esperanza en este llamado. El Papa hizo hincapi茅 en que el Nuevo Testamento no oculta "los errores, las contradicciones, los pecados de aquellos que veneramos como los m谩s grandes Ap贸stoles", sino que precisamente "su grandeza ha sido modelada en el perd贸n".
"La unidad de la Iglesia y entre las Iglesias, hermanas y hermanos, se nutre del perd贸n y de la confianza rec铆proca, que comienza por nuestras familias y nuestras comunidades. En efecto, si Jes煤s conf铆a en nosotros, tambi茅n nosotros podemos fiarnos los unos de los otros, en su Nombre", afirm贸 el Santo Padre, resaltando la importancia de estos valores fundamentales para la comuni贸n eclesial.
Otro aspecto relevante que el Papa Le贸n XVI destac贸 fue la existencia de "cristianos a los que el Evangelio vuelve generosos y audaces incluso al precio de su vida". En este punto, mencion贸 un "ecumenismo de la sangre", una unidad profunda e invisible que existe entre las Iglesias cristianas, a pesar de no vivir a煤n en plena comuni贸n visible. "Quiero por lo tanto confirmar en esta fiesta solemne que mi servicio episcopal es servicio a la unidad y que la Iglesia de Roma est谩 comprometida por la sangre de los santos Pedro y Pablo a servir, en el amor, a la comuni贸n entre todas las Iglesias", manifest贸 con solemnidad.
El servicio a la unidad, explic贸 el Pont铆fice, emerge de aquellas "piedras desechadas", una inversi贸n que se concreta en Cristo, la "piedra de la que Pedro recibe tambi茅n su propio nombre". Record贸 que esta piedra fue "desechada por los hombres y que Dios ha convertido en piedra angular", al igual que aquellas piedras que se encuentran al margen, "extramuros", y que, parad贸jicamente, son las que construyen la Plaza de San Pedro y las bas铆licas papales de San Pedro y San Pablo.
"Lo que a nosotros nos parece grande y glorioso antes fue descartado y excluido, porque contrastaba con la mentalidad mundana. Quien sigue a Jes煤s se encuentra recorriendo el camino de las bienaventuranzas, en el que la pobreza de esp铆ritu, la mansedumbre, la misericordia, el hambre y la sed de justicia, y el trabajo por la paz encuentran oposici贸n e incluso persecuci贸n. Y, sin embargo, la gloria de Dios brilla en sus amigos y a lo largo del camino los va modelando, cada vez que se convierten", asegur贸 el Papa, resaltando la paradoja del Evangelio.
Finalmente, el Papa Le贸n XIV concluy贸 su reflexi贸n invocando la intercesi贸n de los Ap贸stoles Pedro y Pablo, junto con la Virgen Mar铆a, para que "en este mundo herido, la Iglesia sea casa y escuela de comuni贸n". Su mensaje central reson贸 en la necesidad de vivir en una constante conversi贸n, nutriendo la unidad eclesial a trav茅s del perd贸n y la confianza, y reconociendo el sacrificio de aquellos que, incluso en la actualidad, testimonian su fe con la propia vida.
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