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“Los rostros de la derrota†| |||
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“En la profundidad de la mentira
siempre hay algo perverso.â€
Elena Garro
Ganó Milei. Perdió Macri. El antiperonismo porteño, y allende la General Paz, sigue intacto. No asà el Justicialismo que por estas horas se plantea, en un extenso mamotreto conceptual, la búsqueda de una identidad cultural que nunca fue un enigma para el Movimiento Nacional. “Yo nunca me metà en polÃtica -dice el personaje de Gatica en el enorme filme que lleva su nombre-, siempre fui peronistaâ€.
Pero los artÃfices de la interna permanente parecen necesitar, a cada paso, un gestito, un guiño, un estertor que los aleje unos centÃmetros más de los conceptos constitutivos a los que referÃa Juan Perón. “La doctrina acompaña a los tiempos, los valores deben ser inmutablesâ€, decÃa, palabras más, adverbios menos, en ese eterno reportaje que filmaron Octavio Getino y Fernando Solanas y dieron a llamar “Actualización polÃtica y doctrinaria para la toma del poderâ€.
Va de suyo que los peronistas, lo que esperan, es la toma del poder y no un documento académico y presuntuoso que sólo importa otro diagnóstico de esa realidad que el pueblo vive “las 24 horas del dÃa, y la noche también†-para usar conceptos del prócer Herminio Iglesias-. Además de las consabidas loas a la década ganada y el ejercicio de cristinismo a la violeta. Esto mientras los jubilados son apaleados, gaseados y reprimidos como cada miércoles, los diputados nacionales (gracias a la ausencia de varios “peronistasâ€) no pueden alcanzar el quórum para sesionar en busca de mejorarle la vida a los argentinos más castigados y en la Provincia de Buenos Aires el gobernador es otra vez boicoteado por los “propios†en la Legislatura.
El PJ parece haber ingresado en una zona de realidad paralela en la que, mientras Tierra del Fuego está en pie de guerra porque el gobierno pretende despoblarla para entregársela vacÃa a sus nuevos dueños (¿será esta la Segunda Conquista del Desierto?) dentro del partido se trabaja en “caracterizar la etapa cultural contemporánea†en lugar de estar en la Isla, armando otra revolución de mayo que resista la ocupación del territorio, lo que redundarÃa en la pérdida de un enclave geopolÃtico fundamental proyectado en Malvinas y la Antártida, con todo lo de estratégico que implica en lo económico y en lo polÃtico.
“Tiene importancia, pero no tanta, lo que uno hace para trascender. Importa lo que uno hace para servirâ€, sentenció Leonardo Favio cuando definió su participación polÃtica como “una obligación… el hombre tiene una hipoteca para con la comunidadâ€. Palabras de un verdadero peronista que no tenÃa problemas a la hora de la Cultura.
Mamerto
La pregunta ronda el inconsciente polÃtico desde hace meses: ¿por qué motivo Mauricio Macri no se cargó a Milei cuando lo tuvo en el suelo? Esto, naturalmente, considerando que, en la realpolitik, “los muertos se cuentan frÃosâ€. ¿Lo subestimó? ¿Fue desidia, indolencia, exceso de reposera? ¿Confió de verdad en aquella idea de que Milei era alguien bienintencionado, pero sin experiencia, al que él mismo iba a ayudar a gobernar? ¿Se imaginó compartiendo ese sillón rivadaviano al que, ya le habÃan prometido, no iba regresar jamás? ¿O sencillamente se enteró de esta forma que hay un Poder por sobre su propio poder?
El pasado domingo, al Calabrés lo sacaron de la cancha cuando se empezaba a jugar el segundo tiempo. Y, me parece, además le avisaron que tiene el pase libre. “Podemos detenernos cuando subimos, pero nunca cuando descendemos†dijo, alguna vez Napoleón Bonaparte. Y Macri, que viajó para liberar las negociaciones del vencido PRO con los turgentes libertarios, va cuesta abajo.
Un Karma inducido. Por sus propios errores, pero, sobre todo, por aquellos que alguna vez pasearon por Comodoro Pi empujados por unos cuadernos más falsos que el propio Mauricio, nacidos de la ilustre pluma del chofer literato Oscar Centeno, un hombre que escribÃa como Bioy Casares pero hablaba como Carlitos Monzón: una rareza. Ese grupo, que en su mayorÃa integraba el CÃrculo Rojo y adyacencias, le picó el boleto a fines de 2019. Hay que comprender que la vendetta es “una práctica de venganza, a menudo sangrienta y prolongada, que puede ser motivada por una variedad de razones, incluyendo la venganza personal, la protección del honor o la resolución de disputasâ€, como explica la IA de superficie.
Por eso, una de las grandes incógnitas de la Historia de la Humanidad, más compleja aún que la de la pastafrola de membrillo o de batata, es la de por qué Macri le perdonó la vida a Javier Milei. Sobre todo, viendo el contexto de humillación explÃcita al que lo sometió Milei cuando respondió a las crÃticas de Macri por la viralización del video falso previo al comicio: “Está hecho llorón. Se lo ve muy de cristal†comentó el libertario respecto del presidente del PRO. Justo Javier, El Papadas, que se brota, patalea, babea y solloza cada dos por tres (y cada vez más seguido) por nimiedades tales como que le sirvan papas fritas. Pasa que Mauricio nunca tendrá el repentismo de Ubaldini : gracias al inolvidable sindicalista, todos sabemos que “llorar es un sentimiento, pero mentir es un pecadoâ€. Saúl, querido, se lo extraña.
Defraudaciones
Después de los años de plomo, la Argentina huérfana necesitaba un padre y llegó AlfonsÃn prometiendo que con la democracia “se come, se cura y se educaâ€. No fue asÃ: se comÃa mal, se educaba peor y se curaba si tenÃas la suerte de conseguir un turno a los premios. Defeccionó don Raúl y, entonces, surgió la necesidad de alguna forma de dios, por menor que fuese, y llegó “El Carlo†diciendo “SÃganme, no los voy a defraudarâ€. Más mesiánico, no se puede. Sonaba a “el que no siembra conmigo, desparramaâ€.
Pero tampoco fue. A mitad del camino no sólo defraudó, sino que traicionó las tres banderas del peronismo. Por esos dÃas se instauró la idea de corrupción polÃtica. Y la sociedad votó “honestismoâ€. O sea, Fernando De la Duda, que era una especie de Menem de guante blanco. Un aburrido que “la cagó†a tres meses de asumir: recorte de salarios, blindaje, megarcanje y corralito. El pueblo, movilizado, empezó a gritar “que se vayan todosâ€. De ese coctel de cacerolas y saqueos, surgió la presidencia interina de “Tachuela†Duhalde (que primero fue el problema y después la solución) y las elecciones de 2003 que consagraron a Néstor Kirchner presidente de la Nación.
Acaso porque era “un tapado†y porque nadie esperaba nada demasiado concreto del “Lupoâ€, su gobierno inició un proceso de reconstrucción que fundó una nueva expectativa. Y por imposición de los tiempos, las ciudadanas y ciudadanos reclamaron que lo continuara “una madreâ€. Asà llega Cristina y gobierna, con su “tonito†y su brillantez, durante ocho años, jaqueada por la que acaso haya sido la campaña de destrucción de imagen más agresiva de la historia de los medios de construcción de sentido, pero, también, transitando de “matria de todos los argentinos†a “mamá de Máximo y La Cámporaâ€.
La opereta pega; el candidato elegido para sucederla es espantoso y nace (en realidad inventan) la necesidad de alguien que “no venga a robarse nadaâ€. En ese marco conceptual, los argentinos votan convencidos a Macri, que ya habÃa intentado desplumar a su padre… pero era “ricoâ€, no necesitaba robar. Y probablemente fuese asÃ. No era un tema de necesidad sino de naturaleza: perezoso y maleante. Volvió al FMI. Colaboró con la fuga de más de 80.000 millones de dólares. Embaucó a diestra y siniestra (en el sentido más amplio de los términos). Un falsario. Su madre recordaba haberle pegado mucho de chico porque le mentÃa.
Hambre, inseguridad, represión y espionaje, además de un préstamo del FMI impagable y el pueblo recordó lo bien que se la habÃa pasado en los gobiernos de sello Kirchner. Un sábado temprano habló la Señora y dijo: “Es Albertoâ€. Y fue nomás. Fue… una tragedia: arrancó consolidando un dólar a 60 pesos (suena a chiste, pero al cierre de noviembre de 2015 estaba alrededor de 10 pesos) y haciéndole una misa a Macri en Luján, en un acto de reconciliación que todavÃa avergüenza. Nuevo desencanto, pandemia y foto mediante, de un presidente ¿peronista? que hundió aún más el salario de los trabajadores, les hizo ganar fortunas a las empresas y no puso el hombro ni para dormir (ni otras partes tampoco).
De aquellos polvos, estos lodos. “Javier Milei es producto de la decepción por los gobiernos de Alberto Fernández y Mauricio Macriâ€, sintetizó el sociólogo Guillermo Levy. Y vaya si lo es. De Alberto y de un entorno lábil a las presiones de EEUU (que no hayamos entrado a los BRICS es, probablemente, el mayor de los pecados geopolÃtico y económico cometido por nuestras “autoridadesâ€). Y de una clase dirigente angurrienta y endeble que, además, sólo se mira el ombligo. Y de una sociedad, que pasó de votar una idea a sufragar en contra de un candidato. Y, de ahÃ, a lo de hoy: borrarse de las urnas. ¿Es más responsable el estafador que el estafado? Seguramente. Pero no del todo, cuando la estafa es polÃtica. Porque es pública. Se hace a cielo abierto. “La primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mÃaâ€, reza un proverbio árabe. Ver, también implica mirarse.
¿Patriotas?
Tiempos de sentimientos patrios. Los pechos se llenan de escarapelas (algunas de estrás, muy paquetas). Los más pequeños representan los dÃas de mayo de 1810 en sus escuelas. Un datito al pasar: en el JardÃn de infantes donde asiste el hijito de una compañera, ninguno de los pibes quiere hacer de gaucho, salvo uno o dos. Todos elijen el papel de caballero o patricio. Los futuros montoneros serán jacobinos, pero nunca paisanos.
PodrÃa decirse que se respira cierto clima de argentinidad de superficie que se suma al concepto de héroe colectivo extendido a partir de El Eternauta. Sin embargo, como tantas cosas de estos dÃas, todo es frÃvolo, impostado, todo por arribita: casi un atavÃo que no compromete los sentimientos ni los valores más profundos de las personas ni de la sociedad.
Por eso Milei puede anunciar que va a hacer de nuestro paÃs una cueva de lavado de dinero del narcotráfico sin que haya ninguna reacción: ni de la polÃtica ni de la justicia y menos un repudio colectivo. «El narcotráfico usted lo combate con el Ministerio de Seguridad, con el Ministerio de Defensa, no con la economÃa (…). No tiene sentido generar una distorsión económica para combatir un delito. Es una locura«, responde sueltito de cuerpo cuando un periodista le sugiere que en el nuevo sistema de utilización de dólares sin control alguno podÃa haber dinero de la droga.
Al tipo no le importa nada. Ni cómo puede reaccionar el GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional), que es el organismo dedicado a combatir el lavado de dinero, la financiación del terrorismo y la compraventa de armas de destrucción masiva y a “prevenir que las economÃas sean infiltradas por fondos ilÃcitosâ€, ni cómo van a actuar los inversores genuinos frente a la posibilidad de participar de un mercado corrompido por el narco terrorismo transnacional.
Él, y su gobierno, necesitan imperiosamente dólares, cualquiera sea su origen y destino, por lo menos hasta octubre. Para que los perejiles sigan votándolo porque pueden comprar todos los verdes que quieran (aunque no les alcance ni para la lechuga) a un precio mucho más bajo que el del gobierno de Sergio Massa (ya sé que el presidente era Alberto, no me jodan). Sin tener en cuenta que, en abril de 2023, con el salario mÃnimo comprabas 43 kilos de asado y hoy, apenas podés comprar 13 kilos. “Cosas veredes, amigo Sancho, que farán fablar las piedrasâ€, dijo nunca el Quijote.
El avispero
La interna de la Provincia de Buenos Aires, como el rÃo, sigue su curso. No habÃan terminado de cerrar las mesas de CABA y ya, un sector identificado con Cristina Kirchner, dejaba trascender que “avanzar en el desdoblamiento fue un error del gobernador y que la provincia puede seguir la misma suerte que corrió el oficialismo porteño†sin considerar, por ejemplo, que las 5 elecciones anteriores en las provincias de Santa Fe, Jujuy, Chaco, San Luis y Salta resultaron en triunfos contundentes de los oficialismos.
Otros operaban en las redes la idea de que “ocultar a Cristina en la campaña porteña†habÃa sido un error y atribuÃan parte de la ausencia de votantes a esa cuestión, cosa que, de ser asÃ, hablarÃa bastante mal de una conducción que no sabrÃa muy bien de qué lado del carro van los caballos y de una militancia que, si antepone su ofensa personal a que los jubilados sean apaleados, gaseados y reprimidos cada miércoles, mejor que se dediquen a ver Gran Hermano (los comentarios más imbéciles de las redes brotan de los adictos a esa deformación televisiva del Panóptico).
Pocos han visualizado, sin embargo, el trasfondo del remanido recurso de “matar al jefe†que fue, en definitiva, el primer y más claro objetivo de la Derecha, aunque el slogan de campaña de Adorni, Karina y el propio Milei haya sido “Somos los únicos capaces de derrotar al Kirchnerismoâ€. La ya famosa “alta traición†que, según la enciclopedia es “un acto de extrema deslealtad respecto a un paÃs o su jefe de Estado†pero que, en la polÃtica partidaria, se refiere al desplazamiento de un encumbrado dirigente para imponer un nuevo mandamás.
Lo hizo Néstor en 2005 con Eduardo Duhalde, cuando Cristina compitió con Chiche por el cargo de senadora por la Provincia de Buenos Aires (y le ganó por más de 25 puntos) y lo hace ahora Milei con el tipo al que le debe su existencia. ¿Nadie se pregunta si, en el instante de mayor crisis de representación dirigencial, esa tendencia no podrÃa extenderse a la pelea de Cristina – Axel Kicillof?
Por ahora las tensiones no menguan. Cada vez que aparece una paloma blanca que podrÃa operar de sÃmbolo de paz, desde algún sector se encargan de ponerle sal en la cola. “Hoy no están las condiciones para la unidad del peronismoâ€, definió con precisión quirúrgica Carlos Bianco, ministro de Gobierno provincial. Del otro lado, arreciaron las caras de culo por esta frase. Parece que el mÃtico “que se rompa pero que no se doble†del vetusto y desaparecido radicalismo gana en los corazones calenturientos del neoperonismo en su lucha de poder.
Y aunque toda la superestructura, en el fondo, tenga la esperanza de que, a la hora de los bifes vayan juntos (pero no amontonados), parecerÃa que están ignorando el terrible daño que provocan con esto de rayarse el auto todos los dÃas porque, six feet under, los militantes juntan broncas, calenturas, odios módicos, enojos rÃgidos, iras profundas y cóleras definitivas: todos sentimientos y lugares de donde no se vuelve y que redundan en desazón y espanto por la polÃtica.
BastarÃa con que la alta dirigencia mirase las redes para algo más que regocijarse con los likes o los RT que reciben, y de esta forma comprender que no sólo se auto infligen un daño irreparable con estas idas y venidas (porque los militantes carecen de esa capacidad de que las peleas se olviden a los seis meses) sino que, además, probablemente estén hiriendo de muerte a la democracia y al sistema de partidos polÃticos.
“Agrandado como sorete en querosén†(definición folklórica de la que no existe certeza empÃrica alguna), Milei anda festejando, absolutamente lanzado porque entiende que el 1,6% del electorado porteño (menos de 500.000 almas) que le otorgó el 30% de los votos en las elecciones de medio término a su Primer Alcahuete, Manuel Adorni, lo habilitan a cagar a todo el paÃs. Decidió entregar Tierra del Fuego al poder atlantista, deshistorizar totalmente el Estado, someter a los trabajadores a un régimen de pseudo esclavitud y hacer de la Argentina un inmenso lavadero de narco dólares, todo en menos de una semana. “Iremos en la misma dirección, pero lo más rápido posibleâ€, sintetizó el hoy derrotado Mauricio Macri cuando pensaba ganar las elecciones de 2019. El Papadas deberÃa ser más agradecido por el know how que le regalaron.
La verdad es que no tienen mucho tiempo (ya advirtió Srturzenegger que no iban a volver a pedir facultades delegadas) y están obligados a terminar los deberes. ¡Que no han sido puestos y sostenidos en esos cargos para dejar temas pendientes, caramba!. Sobre todo, en los temas financieros, previsionales y laborales, que vienen siendo la gran preocupación del Poder desde la recuperación democrática.
Claro que, en esto, Milei no está solo. Por DNU limitó un derecho constitucional como es la facultad de los trabajadores a manifestarse haciendo huelga y, de inmediato, la CGT advirtió que iba a “dar las batallas que tuviera que darâ€. ¿Se pintaron la cara, dirá usted? Para nada. Horas después de esta comunicación, que podÃa sonar como una amenaza o simplemente operar como respuesta de compromiso, Héctor Daer, triunviro de la Confederación General del Trabajo, se reunió en Casa Rosada con Guillermo Francos, Jefe de Gabinete de Ministros. Al abandonar esa juntada, el Gordo Cegetista declaró “no hay clima para un paro generalâ€. Con paritarias clavadas en el 1% (última inflación del 2,8%), más del 50% de los trabajadores precarizados y la clara intención del Ejecutivo de impedir las huelgas generales, un dirigente sindical de altÃsimo nivel considera que “no hay clima para un paroâ€. ¡Dejame!
Por eso Milei avanza. Porque colgado del FMI como está, propone un blanqueo que huele a lavado de dinero y el organismo internacional apenas si avisa que lo ve “con preocupaciónâ€. Por eso Milei avanza. Porque quiere destruir las industrias del Tierra del Fuego y con ellas 6.000 puestos de trabajo y muchos lo apoyan porque los celulares y los televisores van a estar más baratos. Por eso Milei avanza.
Pero, sobre todo, avanza sobre la abulia de una sociedad desarticulada y fragmentada, con tibias respuestas sectoriales (jubilados, cientÃficos, docentes, trabajadores fueguinos, etc.) que no alcanzan a coordinarse, a fraguar, a significar. Sólo tránsito en la angustia de la incertidumbre y la suma de fracasos a un desengaño mayúsculo y general que huele y sabe a derrota. Un texto, tan exquisito como doloroso, de Enrique Juan Box que sintetiza buena parte de lo dicho en este análisis, circuló esta semana y se me ocurrió la mejor manera de cerrar nuestro panorama. Se titula El Milagro y dice: “Ojos cerrados susurran letanÃas con las manos en rezo, sin rosarios ni ostias… y hasta los ateos se persignan con las campanadas mudas que se atragantan en las copas de los árboles, perturbando a los gorriones. No amanece en la Plaza de Mayo y a las velas, solo por piedad no las apaga el viento. Alguien reparte las estampitas de Cristina, junto con las de San Cayetano y la de la Virgen de Luján. Los chasquidos de los besos espantan a las palomas que miran atónitas. Muerta la ciudadanÃa… resucita la feâ€. (*) Peronista. Lic. en Letras, pensados nacional y popular, escritor, polemista. Nota de opinión publicada en Deuda Prometida el 25 de MAYO de 2025 |